
En aras de contribuir al debate en curso sobre el Proyecto de Constitución, Cuba Posible ha pedido a un grupo de intelectuales y especialistas en diversas materias que responda a la siguiente pregunta: ¿Cuáles son los siete temas que usted considera imprescindibles analizar en la reforma constitucional y por qué? Solicitamos que las propuestas fueran redactadas de la manera más concisa posible (una cuartilla) con el objetivo de generar documentos precisos, de lectura amena, con ideas interconectadas de fácil comprensión y asequibles al mayor número de personas, ya que la tarea de pensar y diseñar la Cuba a la que aspiramos, nos corresponde a todos. A continuación mostramos las opiniones del analista Jorge Serguera.
Buena pregunta. Tengo una para empezar: ¿Por qué siete aspectos? ¿Por qué el número siete? (porque era perfecto para Pitágoras, o porque Dante recurre a él mágicamente, o porque los egipcios lo consideraban mágico). En fin, me someto a la magia del número y expongo los aspectos que para mí no deberían faltar; pero mi opinión, para todos los efectos prácticos, es un siete.
-El Estado: o sea, la República como la expresión máxima del interés público y que se basa exclusivamente en el Imperio de la Ley y la igualdad de todos los ciudadanos frente a esta. Creo que esto no puede hacer alusión al Socialismo o al Estado Socialista, como la forma obligada de organización política. Esto lo creo porque se afirma, para mí erróneamente, que el Socialismo es un modo de producción. Yo creo que es el nombre para disfrazar una forma de dominación que necesita ser revisada profundamente.
-El gobierno: o sea, la forma en que se organiza y ocupa el poder político. Hay que definir claramente qué tipo de gobierno queremos: presidencial, parlamentario, semi-presidencial. Hoy eso no está realmente claro, pues estamos en presencia de una especie de órgano de gobierno presidencial que se elige por la vía parlamentaria; y que, además, está distorsionado por la preeminencia de un partido político que se confunde con el Estado, el gobierno y sustituye a la sociedad civil. En este aspecto hay que definir claramente el alcance del ejecutivo, del parlamento y la jurisdicción. Creo que el Partido político no puede estar involucrado en el modo.
-El modo de producción: tal que garantice una economía mixta. Este es un tema que me parece muy importante. Estoy bastante de acuerdo con algunos postulados que promueven el control central o estatal sobre algunos aspectos cardinales de la economía como: las finanzas, los sectores estratégicos (minería, producción de energía, la industria de defensa) y otros. A la vez, estoy bastante en desacuerdo con las premisas que impiden la acumulación de capital en sectores que no sean el estatal.
-El derecho de propiedad: este se deriva del tema tratado en el punto 3. Hay que garantizar un balance entre la propiedad colectiva (estatal) y la propiedad privada que garantice una economía mixta funcional. Esto es parte de un tema que puede ser más amplio, a saber: la Seguridad Jurídica.
-La ciudadanía: este tema tiene amplia relevancia hoy. Desde Guáimaro hasta hoy, todas las constituciones hacen referencia a la ciudadanía única. Esto hoy es obsoleto. Por más que pueda comprender la intención de los Padres Fundadores, cerca del 25 por ciento del “grupo cubano” vive fuera de los límites geográficos del Estado. La política interna y externa de la nación se hace teniendo en cuenta esta certeza práctica. Sin dudas, en el estado actual de cosas, no puede negarse que los emigrados contribuyen sensiblemente a la renta nacional. Eso hay que reconocerlo en la práctica con la multiplicidad de ciudadanías. Sobre todo si persiste la idea de usar los recursos de estas personas en la reconstrucción de la economía nacional. Esto implica la creación de reglamentos conexos: una Ley de Ciudadanía y una Ley de Inversión (no de inversión Extranjera solamente) en la que deben estar incluidos los emigrados con preferencia a los extranjeros.
-La defensa nacional: este asunto es de vital importancia. La defensa sigue constituyendo una prioridad social en Cuba. Hay que definir exactamente cómo se organiza el país para la defensa y cuáles son los intereses defensivos que promueven las alianzas internacionales. Hay que definir claramente, qué constituye un problema de seguridad nacional y qué no.
-El sistema electoral, la elegibilidad y los plazos de permanencia en los cargos públicos, así como el sufragio: tenemos una mezcla de sufragio universal con sufragio parlamentario, y una Ley electoral que otorga el 50 por ciento de las candidaturas a “la Nación” (y se entiende por “Nación” al gobierno del país). Esta confusión permite garantizar la perpetuidad de los detentadores del poder, con las consecuencias que semejante estado de cosas crea.