
Nota editorial
La naturaleza somete a una nueva prueba la resistencia del pueblo cubano, especialmente en la parte oriental de la Isla. Evitar las pérdidas de vidas humanas será la prioridad absoluta, tal y como lo ha sido en ocasiones anteriores.
Los mecanismos de protección de Cuba frente a desastres, reconocidos entre los mejores del mundo, deberán estar listos para superarse a sí mismos en esta coyuntura.
Organización, disciplina y solidaridad deben ser las consignas de orden frente a un evento meteorológico de la magnitud de Matthew.
La movilización popular en apoyo al trabajo de las instituciones será crucial. La inteligencia colectiva y la experiencia de la sociedad civil serán decisivas para salir adelante. Como ha expresado recientemente el presidente Raúl Castro en Santiago de Cuba, es importante “prepararnos y perfeccionar este tipo de enfrentamiento, sin desaprovechar ninguna experiencia”.