
Foto: Yordanka Almaguer / negracubanateniaqueser.com
Este 2016 se hicieron 10 años de mis andanzas blogueras y quisiera poder hacer un sucinto recorrido por algunos temas de importancia para mi como activista antirracista.
En un inicio Negra cubana tenía que ser no fue más que una especie de soliloquio. De hecho, estuve al menos un año blogueando desde el más absoluto anonimato, también porque temía a la censura desde dos aristas: 1) usaba la internet de mi centro laboral para bloguear; 2) trataba un tema muy silenciado en la isla.
Hasta junio del 2016, momento en el cual sale a la luz pública mi espacio, en Cuba no había, ni siquiera, medio digital alguno (oficial o alternativo) que tocará el tema de manera insistente; por lo que también supuso la conquista de un medio vedado hasta ese momento, entre otras razones, debido a la nula o escasa conectividad de las personas que llevan muchos años trabajando la temática. Les digo más: si bien las voces se han hecho plurales, aún ese medio no existe.
Bloguear sobre el racismo y la discriminación racial, incluye también denunciar el neo-racismo en Cuba; país donde es muy poco probable que una persona sea asesinada por ser negra. En su lugar, se trata del “racial profiling” que justifica que los jóvenes negros sean parados y detenidos constantemente por la policía (sus congéneres blancos no), solo por su color de piel o que en el imaginario social persisten mitos, estereotipos, frases y chiste racistas y las personas no sepan identificarlos y hasta justifiquen su uso.
A mí como feminista antirracista y decolonial, que privilegia el trabajo horizontal, bloguear ha implicado además recibir mucho apoyo de las personas que en Cuba se dedican al activismo, pero que no nunca han visto internet ni se interesan por esas cuestiones. No obstante lo anterior, ponen a mi consideración sus trabajos. El resultado es que están presentes en la red de redes a pesar de su vida desconectada. Negra cubana sería entonces como un vaso comunicante entre estas personas en la isla y el exterior.
Por otra parte, de cara al mundo, bloguear sobre el tema racial ha supuesto también enfrentar el desconocimiento e intentar romper el mito de la igualdad racial en el socialismo cubano. Hasta el día de hoy, las cárceles cubanas están pobladas de personas negras mientras que las universidades están blanqueadas, como también la internet. Decirlo a voz en cuello ha sido una de los retos más importantes pues para muchas personas la isla es el paraíso en cuanto a cuestiones sociales.
Además de negra, soy una mujer lesbiana, de manera que el activismo por los derechos de las personas LGTBI también ha sido de mi interés. Lo más importante ha sido ser fundadora del primer grupo independiente y anticapitalista de activistas en Cuba, Arcoíris, desde el cual hicimos cosas tan bellas como las besadas por la diversidad, y tan oportunas como la denuncia de la homofobia en el Censo 2012.
Ejercer el derecho a hablar en primera voz sin que sea entendido como victimismo o “racismo al revés”, continúa siendo una esperanza nuestra.
De manera sucinta considero que los retos fundamentales que tenemos en Cuba en cuanto a la solución del problema racial:
1. Políticas públicas para la igualdad racial: Créditos a las personas afrodescendientes para el desarrollo del trabajo por cuenta propia.
2. Norma jurídica específica que penalice la discriminación racial.
3. Mayor presencia de personas afrodescendientes en puestos de decisión.
4. Establecimiento de un observatorio contra el racismo, herramienta que sirve para reunir denuncias.
5. Reformulación de la variable racial en el censo que permita saber con mayor exactitud cuántas personas afrodescendientes somos en Cuba.
*Versión del texto leído en Connecting Cuba, Amsterdam, Holanda, 17 de diciembre 2016. Tomado del blog Negra cubana tenía que ser.