
Un vehículo espacial solamente podrá ser colocado en órbita si cuenta con la energía suficiente para rebasar determinado nivel de velocidad. Según los especialistas, poner un objeto en una órbita baja (360 kilómetros sobre la Tierra) necesita un nivel de energía equivalente a 3,29 x 107 Joules por cada kilogramo de peso del artefacto[1]. Si se intentase proyectarlo al espacio con una energía menor, se produciría un “fallo de lanzamiento”.
Los símiles entre la Economía y otras ciencias deben ser tomados con reserva, pero pudieran ser útiles para ilustrar las interrelaciones de algunos procesos económicos, como por ejemplo, que la promoción del desarrollo no es indiferente al ritmo de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
La “actualización” no ha sido capaz de producir el nivel de crecimiento económico que se necesita para colocar a Cuba en la senda del desarrollo. Los recientes datos oficiales de decrecimiento del PIB en -0,9 por ciento en 2016, y el pronóstico de crecimiento de 2 por ciento para 2017 [2], indican que cuando finalice el séptimo año de la “actualización” (2017), la tasa de crecimiento promedio anual del PIB solamente habría sido de 2,15 por ciento y que el crecimiento no habría alcanzado el 5 por ciento en ningún año de esa etapa.
La reciente encuesta de economistas “Cuba 2017” ha ubicado el eventual crecimiento para 2017 en un nivel promedio de 0,53 por ciento, una cifra menor que el estimado oficial. El 70 por ciento de los economistas encuestados situó el posible nivel de crecimiento del PIB para ese año en una franja de debilidad económica entre el -1 y el +2 por ciento. Por otra parte, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) proyecta para 2017 un crecimiento de 0,9 por ciento, inferior al estimado oficial del gobierno cubano.[3] Es decir, parecen existir probabilidades de la prolongación de una tendencia de bajo dinamismo de la economía.
El crecimiento económico de la “actualización” estaría así por debajo del nivel de incremento del PIB de entre 5 y 7 porciento que se ha reconocido oficialmente como necesario para poder avanzar hacia el desarrollo nacional. Pudiéramos estar en presencia, entonces, de un típico caso de “fallo de lanzamiento” del desarrollo. Siete años (2011-2017) es un plazo, más que razonable, para juzgar si una estrategia económica se encuentra encarrilada o si no lo está.
La valoración de las perspectivas del desarrollo nacional no puede basarse en el examen de una “visión” construida principalmente sobre aspiraciones. Por el contrario, el examen de la marcha del proceso de desarrollo en Cuba y de las políticas económicas que la acompañan debe partir de un análisis concreto de las condiciones actuales. Ninguna “visión” puede pretender sustituir el lugar central que le corresponde al análisis social concreto en la evaluación del desarrollo.
EL DESPEGUE HACIA EL DESARROLLO: LA IMPORTANCIA DE LOS DATOS DE PARTIDA
¿Cuáles son esas condiciones actuales que deberían recibir una atención especial por parte de los analistas? En principio, serían varias, pero conviene hacer énfasis en la cuestión del crecimiento económico.
Dos breves comentarios se imponen antes de seguir abordando el tema. En primer lugar, que en el marco del proceso de desarrollo, el crecimiento económico no debe ser asumido como un fin, sino como un medio. En segundo lugar, que el crecimiento en sí mismo no es suficiente como medio de desarrollo. Muchas otras condiciones deben establecerse simultáneamente, incluyendo, por ejemplo, el establecimiento de estructuras socio-económicas y de instituciones políticas y estatales que garanticen una distribución lo más equitativa posible de los beneficios del crecimiento, y que sean capaces de asegurar la inclusión social y la justicia social.
No obstante, el crecimiento económico es importante pues expresaría la disponibilidad del excedente económico que serviría para ampliar el consumo de los hogares y para sostener la inversión que se necesita para transformar la base productiva del país. A mayor crecimiento económico, mayores son las posibilidades de mejorar el bienestar material de las personas, de sustentar los servicios públicos como la educación y la salud, de regenerar la infraestructura (puertos, comunicaciones, acueductos, etc.) y de ampliar y modernizar los medios de producción del país (fábricas, hoteles, maquinaria, etc.).
El insuficiente crecimiento del PIB desde 2011 y las bajas probabilidades de que esa tendencia cambie pronto es, por tanto, el primer dato crucial que debe ser tenido en cuenta en cualquier análisis sobre las posibilidades que pudiera ofrecerle la “actualización” al proceso de desarrollo nacional.
¿ALGUIEN DIJO “TIGRE” DEL CARIBE?
Usualmente, las conversaciones acerca del desarrollo en Cuba hacen referencia a experiencias como las de China y Vietnam, algo que probablemente pudiese tener utilidad para al análisis, pero también convendría no soslayar la experiencia de nuestros vecinos caribeños, particularmente cuando se toma en cuenta que en ocasiones se hacen referencias a Cuba como un potencial “tigre” económico del Caribe.
En ese sentido, un análisis comparado de datos sobre la realidad actual debería comenzar especialmente por aquellos países que en el Caribe han logrado niveles de PIB per cápita elevados –muchos más altos que los de China y Vietnam- como serían los casos de Barbados, y de Antigua y Barbuda.
Existe consenso acerca de que el PIB no es una medida precisa ni suficiente de la riqueza nacional. También se acepta que el crecimiento del PIB no es sinónimo automático de bienestar y de desarrollo. Sin embargo, determinadas formas de medir el PIB –como es el caso del PIB per cápita- son útiles para expresar el potencial productivo de un país, su capacidad para generar riqueza material por cada habitante. Obviamente, se trata de un promedio que no toma en cuenta la manera desigual en que el PIB es distribuido entre los habitantes de un país, pero aun así, el PIB per cápita es un indicador que es útil para medir –de forma aproximada y a mediano y largo plazo- el efecto de la transformación económica en las posibilidades de aumentar el bienestar de la sociedad.
Existen dos cifras que valdría la pena tomar en consideración: las veces que el PIB per cápita de esos países (Barbados y Antigua y Barbuda) es mayor que el de Cuba, y el tiempo que le tomaría a Cuba alcanzar el nivel de PIB per cápita de esos dos vecinos caribeños.
En 2015, el PIB per cápita de Barbados, con 15,903.4 USD, era dos veces y media mayor que el de Cuba (6,458.9 USD), mientras que el de Antigua y Barbuda (13,863 USD) era 2 veces mayor, a pesar de que Barbados y Antigua y Barbuda tienen escalas muy pequeñas y cuentan con menores recursos humanos y materiales que Cuba.[4]
No se trata de que esos dos pequeños vecinos caribeños sean países desarrollados. No lo son. De hecho, tienen grandes vulnerabilidades económicas, sociales y medio-ambientales, y desde hace algún tiempo presentan dificultades para crecer económicamente. Debe tomarse nota, sin embargo, que, medidos por otro conocido indicador –el Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas-, tanto Barbados (con el lugar 57 en el ranking del índice) como Antigua y Barbuda (con el lugar 58) tienen una mejor calificación que Cuba (con el lugar 67).[5]
De lo que se trata es que la existencia de países del área con niveles relativamente elevados de PIB per cápita, indica una trayectoria posible de crecimiento económico que plausiblemente pudiera ser repetida por Cuba. No se refiere a intentar replicar el modelo económico de esos países, sino a que existe la posibilidad en el Caribe de intentar avanzar hasta niveles similares en cuanto a la capacidad para crear riqueza por cada habitante. Es decir, para Cuba no debería ser inverosímil tratar de alcanzar los niveles de PIB per cápita de Barbados y de Antigua y Barbuda.
¿CARRERA CONTRA RELOJ?
Las discusiones sobre la estrategia de desarrollo de la “actualización” a veces parecen proyectar la imagen de que el tiempo no es una variable crítica para el proceso de desarrollo. Sin embargo, el tiempo es un componente crucial. No es cuestión de que sea posible forzar la marcha del desarrollo, sino que es problemático asumir que puede resolverse con mayores plazos lo que no es capaz de conseguirse mediante acciones más audaces en el marco de la estrategia de desarrollo.
La selección entre distintas variantes de ritmos de crecimiento del PIB per cápita puede decidir si generaciones enteras participan, o si se quedan fuera, de los beneficios del proceso de desarrollo.
Para no complicar mucho los cálculos, con la tasa de 2,15 por ciento de crecimiento promedio anual del PIB registrada hasta ahora por la “actualización”, le tomaría aproximadamente 33 años a Cuba poder duplicar su PIB, algo que lograría hacer en 2048, y que inclusive sería insuficiente para alcanzar los niveles actuales de PIB per cápita de Antigua y Barbuda, y mucho menos los de Barbados.[6]
Expresado de otro modo, si se mantienen las bajas tasas de crecimiento actuales, una parte considerable de los cubanos hoy mayores de 50 años, que representan el 34 por ciento de la población, no lograrían llegar al momento en que se alcanzarían en Cuba los niveles de PIB per cápita que ya habrían tenido desde un tercio de siglo antes Barbados y Antigua y Barbuda. Prácticamente nadie del grupo de personas que hoy son mayores de 65 años (14 por ciento de la población) alcanzaría a ver duplicado su PIB per cápita, si no logra superarse la baja tendencia actual de crecimiento económico del país.[7]
De manera alternativa, mayores tasas de crecimiento económico pudieran modificar radicalmente la posibilidad de incluir esa tercera parte de la población actual del país en los beneficios del proceso de desarrollo, algo que sería un hecho de naturaleza política y no un simple detalle técnico. Con una tasa del 5 por ciento de crecimiento económico anual, el plazo necesario para duplicar el PIB per cápita se reduciría considerablemente a 14 años (para el 2029), mientras que con una tasa de crecimiento promedio del 7 por ciento, el plazo se acorta aún mucho más a 10 años (para el 2025).
Este breve artículo no discute la manera en que pudieran materializarse esas diferentes trayectorias de crecimiento. El punto central sobre el que se ha deseado llamar la atención es la propia importancia de las tasas de crecimiento del PIB per cápita del país.
¿Cuál de las trayectorias sería preferible? Pudiera preguntársele a la gente, pero seguramente la línea roja (la tendencia actual) no entraría en las preferencias de muchos cubanos, con independencia de lo que pudieran pensar o aconsejar quienes postulan hoy una transformación pausada del modelo económico y social del país.
NOTAS:
[1] Reth, Allain. “Space Shuttle Launch: Equator vs. Mountains”, Wired, 7-7-2011, https://www.wired.com/2011/07/space-shuttle-launch-equator-vs-mountains/
[2] Datos informados por el Ministro de Economía y Planificación durante el octavo período ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, 27 de diciembre de 2016. Ver, Oscar Figueredo Reinaldo y José Raúl Concepción. “Tras tenso 2016, Cuba aspira a crecer un dos por ciento en 2017”. Cubadebate. 27 de diciembre de 2016. http://www.cubadebate.cu/noticias/2016/12/27/tras-tenso-2016-cuba-aspira-a-crecer-un-dos-por-ciento-en-2017/#.WGOV62dSNaQ
[3] Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). “Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2016”. Sección “Cuba”. 14 de diciembre de 2016. http://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/40825/15/1601260BP_Cuba_es.pdf
[4] Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), “CEPALSTAT Base de Datos”, http://interwp.cepal.org/sisgen/ConsultaIntegrada.asp?IdAplicacion=6&idTema=131&idIndicador=2206&idioma=e
[5] United Nations Development Program (UNDP). “Human Development Report 2015: Work for Human Development”, http://hdr.undp.org/sites/default/files/hdr_2015_statistical_annex.pdf
[6] Se ha empezado a contar desde 2015, la última fecha para la que se dispone de datos comparables de PIB per cápita para los tres países (Cuba, Barbados, y Antigua y Barbuda). Para facilitar el ejercicio, se ha asumido que los niveles de PIB per cápita de Barbados y de Antigua y Barbuda se mantendrían constantes en el tiempo. La simplificación del cálculo también incluye considerar como iguales las tasas de crecimiento del PIB total y del PIB per cápita de Cuba.
[7] ONEI. Anuario Estadístico de Cuba 2015. Tabla 3.2 Población residente por sexo, edades y relación de masculinidad, año 2015, http://www.one.cu/aec2015/03%20Poblacion.pdf
Michel dice:
Como de costumbre excelente el analisis, hace falta publicarlo en el Granma. Me gustaría algo corto que complemente este artículo sobre como alcanzar las tasas de crecimiento necesarias para Cuba
Pedro Monreal dice:
Estimado Michel,
Muchas gracias. Efectivamente, hacer una discusion sobre posibles soluciones para elevar el crecimiento es algo esencial y urgente. Es un tema que abordaremos en un proximo articulo, con el deseo de que muchos otros colegas -economistas y no economistas- se sumen a la discusion de un tema que requiere la consideracion de muchas ideas distintas antes de poder arribar a recomendaciones razonadas.
Charles Romeo dice:
Los representantes de la tecnocracia economica a la anglo sajona, bien conocida y enseñada en las escuelas de economia de los paises capitalistas, tienen una vision pedestre del sentido de la vida social de un pueblo. Realmente, no se me habria ocurrido jamas comparar a Cuba con Barbados, que visite años atras cuando tratabamos de integrarnos a las guerrillas venezolanas en aquellos tiempos, o con Barbuda, probablemente una encantadora y bucolica isla tropical que no conozco. La idea implicita en esa comparacion, el fracaso del proceso revolucionario cubano reducido como finalidad última a un crecimiento economico con la consabida coletilla de «justicia social», desconsidera el hecho de que esos carbeños que estan fracasando en el objetivo supremo del crecimiento economico segun este autor, lograron cambiar los acuerdos de la reunion de Potsdam en 1945, haciendo pasar por el Estrecho de la Florida la linea Oder-Neisse que debia separar al capitalismo del socialismo en el hemisferio occidental, determinaron un antes y un despues en la historia de la America Latina, cambiaron para mejor la historia de Africa Austral y han creado una practica de la solidaridad humana en el mundo subdesarrollado que hasta entonces solo practicaron algunos individuos excepconales. Decir Revolución Cubana es decir una parte insoslayable de la historia del mundo en el siglo XX y todavia en el XXI. Detras de esa argumentacion sesgada, para no decir de un materialismo vulgar, para enjuiciar lo hecho por Cuba a contrapelo nada menos que de los EE.UU., esta precisamente el tipo de pensamiento que combatio Fidel y con el todos los que si se atrevieron a subir a la Sierra Maestra y a combatir en las ciudaades, en Argelia, Etiopia, Guinea Biso,Angola y Namibia, sin dejar de mencionar a quienes lo hicieron en las selvas de la America latina. No solamente de pan vive el hombre, si no que tambien de ideas, sobre todo cuando tratan de inventar un mundo mejor, proceso en el cual caben las equivocaciones y los errores propias de crear lo nuevo.
Este tipo de analisis, pragmatico en esencia, es precisaamente una muestra de uno de nuestros fracasos en el empeño de crear una ideología superior al querer tambien construir un mundo mejor.
Charles Romeo, tambien economista pero revolucionario por haber contribuido, muy poco, al proceso revolucionario cubano.
Pedro Monreal dice:
Muchas gracias por su comentario. Lo he leido con atención. Pudiera ser que lo que resulta pedestre es pensar que el hombre y la mujer no necesitan pan para vivir. Trate de convencer de lo contrario a quien no tiene suficiente pan. El socialismo tiene que necesariamente asegurar el progreso material, a nivel individual y social, lo mas equitativamente posible. No se trata del consumismo ramplón capitalista, obviamente,pero para que mejore la vida del cubano promedio tiene que haber incremento del consumo de los hogares y para eso tiene que crecer la economía. La idea de que el socialismo no tiene necesidad de favorecer el aumento de las fuerzas productivas es una idea profundamente reaccionaria. Eso no tiene que ver con ninguna escuela anglosajona. Es parte de la teoría marxista.Hay una diferencia entre ser práctico y ser pragmático. Nada de lo que Ud. dice cambia el hecho de que con una tasa de crecimiento de 2,15% anual el PIB percapita demora 33 años en duplicarse. El problema práctico que existe hoy y que hay que resolver es acortar ese plazo. Es una necesidad politica. Por suerte para los que no pensamos como Ud.,el gobierno cubano entiende bien el asunto y ha expresado que el país necesita crecer de manera sostenida entre un 5 y un 7% anual.
Charles Romeo dice:
Este es un texto enviado a Cuba Posible con el propósito de explicar mi opinión sobre el artículo de Pedro Monreal. Reitero que la expresión de discrepancias en el campo de las ideas no debe afectar las relaciones personales.
Señores de Cuba Posible, o más bien, compañeros de propósitos:
Celebro vuestra participación en el muy necesario proceso de discusión de ideas sobre el presente y el futuro de Cuba. También me atrevo a decir que comulgo con los intentos de abrirnos a nuevas ideas, fruto de considerar críticamente lo que hemos realizado en Cuba y sobre todo, combatir las expresiones de quienes se quedaron intelectualmente congelados en un pasado que precisamente queremos cambiar para mejor. Dicho en otras palabras, me parece muy adecuado el título de vuestra página-Cuba posible- siempre y cuando mantengamos vigente el espíritu de lo que Cuba ha llegado a ser. Porque la revolución Cubana es irrepetible como lo es Fidel Castro, quien con una lucidez y percepción únicas, actuó como lo pedían los estudiantes franceses en mayo de 1968 “Seamos realistas. Pidamos lo imposible” y el logro hacer posible lo que se suponía imposible en esos momentos.
Muy probablemente la diferencia en edades entre ustedes y yo, ya estoy a punto de emprender el año 84 de mi vida, de la cual 58 años han transcurrido vinculados a Cuba en donde resido, determina que tengo a mi favor no solamente la perspectiva de todo el proceso revolucionario a partir de marzo de 1959 sino que además, el haber estado muy cerca de los líderes de la Revolución, circunstancialmente de Fidel, muy cerca del Che como su primer asesor económico (no había otros a mano en esos días cuando me recluto) y después con Carlos Rafael Rodríguez, lo que me permitió observar como ellos tuvieron que “inventar” un socialismo cubano, inspirados en la copia del existentes en la URSS en esos días.
Vamos ya por el tercer cambio de lo que hoy se denomina “el modelo económico y social” de Cuba: por primera vez en 1961, después en 1975 en que del modelo cubano de socialismo se pasó al vigente en los entonces países socialistas de Europa, y ahora con la decisión de volver a cambiarlo por otro que los “pensadores” del Partido y del Gobierno no llegan a poder caracterizar, porque se trata de modificarlo, sobre todo para que funcione mejor su economía, pero sin perder el humanismo propio de esta sociedad. Quizás soy demasiado vehemente sobre este aspecto por haber pasado por la experiencia de que médicos cubanos me salvaran la vida al sufrir un infarto masivo del miocardio siguiendo el procedimiento estándar de haber ido al policlínico del barrio del cual me enviaron al Cardiológico en donde, sin que yo pudiera abrir la boca, me cayeron en pandilla, me colocaron dos tubitos en las arterias y me mantuvieron 6 días en cuidados intensivos de donde me expulsaron por haber empezado a criticar la comida que nos daban, más bien propia para infantes, sin permitirme mandar a comprar bocaditos de jamón que venden al frente del hospital. Y “ last but not least”, no me cobraron ni un centavo: solo tuve que dar las gracias. Reconozco que experiencias de este tipo inciden fuertemente en la manera de pensar.
Esta mañana escribí mi opinión sobre un artículo aparecido en que se comparaba el PIB de Cuba con los de Barbados y Antigua para reflejar el pobre resultado logrado por el primero en comparación con los otros dos. Quizás sea licito hacerlo desde la cubierta de un moderno crucero al recalar en los puertos de escala, comparación evidentemente superficial y por consiguiente de muy escaso valor cognoscitivo, que en ningún momento puede tocar la cuestión de fondo que es a que han dedicado su vida las respectivas poblaciones ,con qué objetivos y que han logrado. Lo que si he visto durante mi vida es que, cuando alguno de los pequeños países que integran el CARICOM experimenta una catástrofe, se vira para Cuba en donde, además, se están preparando los médicos que mucho necesitan. Porque la especialidad de Cuba es como resolver los grandes problemas existenciales que aquejan al mundo subdesarrollado. No todos, porque que en materia de eficiencia económica nuestro sistema no puede darle clases a nadie, salvo en como amarrarse las manos con una organización y una legislación burocrática. Pero eso hay que decirlo ABIERTAY FRANCAMENTE en Cubaposible y PROPONER soluciones operativas, de tenerlas, para cambiar todo lo que debe ser cambiado, pero con una restricción: no tocar las conquistas sociales y la manera de ser que ha logrado Cuba, que es el humanismo entendido y practicado por su población, para lo cual tampoco puede perderse la expresión política de la alianza cívica-militar que tiene el poder en Cuba.
Si se me fue la mano en algún adjetivo aplicado al autor del artículo de maras, criticado por mi hoy en día, mis excusas a su autor, toda vez que tanto el Che como Carlos Rafael Rodríguez me enseñaron que por fuerte que fueran las discrepancias en una discusión, eso en nada debía alterar la relación entre esas personas.
Con mis saludos,
Charles Romeo
Pedro Monreal dice:
Estimado Charles,
Muchas gracias de nuevo por este segundo comentario. Me complace que pueda encontrar en Cuba Posible análisis que le parezcan interesantes. Lo invito amablemente a que, si dispone de tiempo y le parece adecuado, revise los textos que sobre temas economicos y de justicia social se han venido publicando desde hace ya algún tiempo en Cuba Posible.
Creo que le daría la oportunidad de constatar el interés y compromiso de quienes escribimos en esta plataforma con la inclusión social y la equidad en relación con cualquier propuesta sobre el futuro de Cuba.
Saludos muy cordiales,
Charles Romeo dice:
Compañero Monreal:
Me acojo a su amable invitación, leer los artículos de Cuba Posible, que ya practico desde que mi amigo Aurelio Alonso me hablo de esta publicación.
Quienes en ella escriben comparten la legitima preocupación por este país en el cual resido desde marzo de 1959 y que ha logrado hacer posible lo que mentalidades” realistas” consideraban imposible. Más de una vez me he preguntado cómo hemos logrado llegado hasta este momento.
Recuerdo el día de diciembre de 1959 cuando el Che, ya Presidente del Banco Nacional pero al mismo tiempo Director de Industrialización del INRA, entro en la oficina que en ella teníamos un grupo de cuatro economistas chilenos que por circunstancias de la vida así como por que escaseaba ese tipo de profesionales en Cuba en aquella época, en particular los de ideas al menos suficientemente progresistas como para esforzarse en implementar las medidas destinadas a cumplir el Programa del Moncada, formaban su equipo de asesoría económica , y nos dijo “Vamos hacia el socialismo a todo galope”.
Retrotráigase en el tiempo hasta aquellos días cuando los guerrilleros de la Sierra Maestra tenían el poder político en Cuba con el apoyo masivo de su pueblo, y no tenían la más mínima experiencia en cómo se dirige un país, y en particular su economía, pero estaban decididos a instrumentar el programa que Fidel había expresado durante su defensa después del fracaso del asalto al Cuartel Moncada.
Fidel nunca había trabajado en una institución gubernamental, tampoco Raul y el Che, médico de profesión antes de convertirse en guerrillero, tenía como experiencia “industrial” los chinchales que había establecido en la Sierra Maestra. Días antes de partir de Chile hacia Cuba como integrante de un equipo de apoyo al Ministro Boti enviado por la CEPAL, en marzo de 1959, asistí a una cena durante la cual Salvador Allende, recién llegado de una visita a Cuba, nos expresó su entusiasmo por estos nuevos dirigentes políticos, pero al mismo tiempo nos contó cómo había tenido que explicarles cómo se organizaba un Consejo de Ministros.
Estos antecedentes ayudan a comprender que cuando las circunstancias políticas, económicas y militares, motivaron caracterizar como socialismo lo hecho hasta el 15 de abril de 1961, se acudiera a la experiencia en esta materia de los entonces camaradas soviéticos y checoslovacos para ayudarnos a instrumentar ese regimen social en Cuba.
Era en aquel entonces considerada una conclusión teórica irrefutable y confirmada por la practica histórica la conclusión final del análisis del sistema capitalista de producción hecho por Carlos Marx en el capítulo XXIV del Primer Tomo de El Capital, que dice “El monopolio del capital se convierte en grillete del régimen de producción que ha crecido con él y bajo él. La centralización de los medios de producción y la socialización del trabajo llegan a un punto en que se hacen incompatibles con su envoltura capitalista. Esta salta hecha añicos. Ha sonado la hora final de la propiedad privada capitalista. Los expropiadores son expropiados. ¨ (Ver pag.699 de ¨El Capital¨, Primer Tomo, Editora Nacional de Cuba.)
La Dirección Política Cubana hizo suya esta conclusión teórica y la llevo a cabo con rigor cuando en 1968 hasta se estatizaron pequeñas industrias, comercios y talleres que continuaban siendo privados. El Estado se responsabilizó por la producción y distribución de todo lo que se produciría e importaría en Cuba, únicamente con la cooperación de los pequeños campesinos independientes que quedaron después de dos reformas agrarias.
El resto de la historia usted la conoce tan bien como yo. Este socialismo cubano que duro hasta 1975 se caracterizó tanto por su humanismo igualitario propio de la cultura cubana, como por las variantes introducidas por el alto mando político. Recuérdese al respecto “los planes especiales”, que según decía con humor mi amigo Regino Boti, encargado de JUCEPLAN, constituían” el verdadero” plan económico nacional y no el conjunto de planillas que llenaban con buenos propósitos los Ministerios.
Vino la reforma económica de 1975 cuando se decidió dejar de lado las “innovaciones” cubanas y hacer las cosas como las hacían los camaradas socialistas desarrollados de Europa, que constituían el “futuro” al cual pretendíamos llegar.
Y como todos sabemos, un día de 1991 hasta la Unión Soviética desapareció, y tal un pintor que está pintando una pared subido a una escalera, de repente despareció nada menos que la pared sobre la cual estaba apoyada. La caída fue tremenda, pero al pintor no se le partió hueso alguno, siguió vivo y pudo restablecerse.
Pasaron unos veinte años y más o menos recuperados, para los cubanos llego el momento de cambiar nuevamente de modelo económico y social, tal como lo habían hecho en 1961 y en 1975. Que por que esperaron dos décadas es una cuestión sobre la cual hay discusión. Yo pienso que, si tuviera la responsabilidad de asegurar las condiciones de vida de todo un pueblo, también decidiría mantener un sistema que opera mal, pero que funciona, en vez de experimentar sin saber muy bien que cambiar y como cortar el nudo gordiano de leyes, decretos, resoluciones, reglamentos, que presiden el que hacer económico nacional, hasta el momento al cual hemos llegado, de empezar a examinar a fondo el problema que nos aqueja y proceder a efectuar cambios con precaución y el consenso del pueblo.
A mi entender todo parte de reinterpretar la ya mencionada conclusión de Marx sobre el fin del capitalismo y siendo esta una conclusión teórica, entenderla como un objetivo extremo fruto de la lógica de la teoría, pero cuya aplicación práctica dependerá de lo que permite la “tecnología” concreta con la cual se llevan a la práctica las conclusiones teóricas.
De la misma manera que entre la ecuación teórica que dice que energía es igual a masa por la velocidad de la luz al cuadrado, y una central electro-atómica hay toda una tecnología que permite aplicar prácticamente ese conocimiento teórico, también existe una tecnología entre la conclusión teórica de Marx y la organización de una sociedad sobre esa nueva base. Así lo demuestran las diferentes experiencias en ese sentido, desde la de los bolcheviques soviéticos, la de los chinos en sus diferentes intentos de organizarse, la monstruosa de Pol Pot en Cambodia, la de los checoslovacos durante la primavera de Praga, la de los coreanos del norte, la de Tito en Yugoeslavia, así como la de los cubanos durante sus primeros años de revolución y ahora, por tercera vez.
En ese sentido los cubanos ya han “cruzado el Rubicón” al decidir la existencia de un sector económico privado en coexistencia con el estatal y considerar necesarias las inversiones extranjeras para el desarrollo de país, decisiones que se conjugan con el restablecimiento de relaciones diplomáticas con los EE.UU. Con ello ya el futuro será inevitablemente diferente del pasado y es cuestión de tiempo el que produzcan el efecto esperado.
No obstante, algo propio de Cuba es a mi juicio una condición sine qua non del nuevo modelo económico y social, y es la conservación de su humanismo cubano que se expresa mediante los derechos que lo cubanos ya consideran naturales en su sociedad y que son, a mi juicio
– Asegurarle al feto a través de la madre las condiciones necesarias para un buen desarrollo y parto
– Alimentación asegurada durante su vida
– Vivienda con los servicios básicos necesarios
– Servicios gratuitos de salud durante toda su vida
– Educación gratuita hasta el nivel que pueda alcanzar
– Trabajo en el campo para el cual se preparó y un retiro a cierta edad
– Derecho a la entretención cultural y deportiva y a una vida segura
– Asistencia a toda su familia
– Participación en las decisiones políticas de su país
– Asegurar gratuitamente su sepelio al finalizar su vida
– Defender su Revolución
Y para asegurarlos poseen ya la expresión política de una alianza cívica-militar conformada por la gran mayoría de su población.
Es en el contexto de esta nueva realidad que se está conformando que se podrá articular una política de desarrollo económico que resulte en un “lanzamiento exitoso”, porque para ello hace falta tanto un nuevo modelo de cohete como una nueva base de lanzamiento.
Charles Romeo
2/1/17
Marité dice:
Perdón.. .no entendí. ..economista, pero revolucionario? Apretaste Charles Marx!
Charles Romeo dice:
Marité:
No creo conocerte pero al parecer tu me conoces.?Donde y cuando? No te recuerdo en el INRA cuando empezo la reforma agraria, o en su Dpto. de Industrializacion cuando el Che se hizo cargo. O en el Ministeiro de Industrias de aquella época, o entre las milicias cuando la Crisis de Octubre. Tampoco en las montañas de Falcon, Venezuela, entre 1968 y 1970. Y mucho menos en los Estados Unidos cuando se nos encargo organizar el turismo comunitario hacia Cuba y por consiguiente no estas en la lista de los que tenemos orden de arresto en ese pais para ser juzgados por haber, segun ellos, roto el bloqueo. No, Marité, no recuerdo haberte conocido, ni siquiera en la Facultad de Economía entre 1963 y 1966, cuando era profesor, precisamente de economía política marxista.
Marité dice:
En efecto, por los hechos históricos q mencionas, no coincidimos. Por lo mismo,creo q no coincidimos en la formación como revolucionarios Y (no PERO) economistas.De ahí mi gran cuestionamiento. Pero ya esta claro. Feliz 2017!
Leina dice:
Falta un pequeño detalle que ni tan siquiera es, no ya considerado, sino simplemente mencionado por el autor, lo cuál debilita enormemente su análisis: que ni Barbados ni Antigua y Barbuda tienen un bloqueo económico de Estados Unidos. Sería interesante ver en qué se basa el crecimiento de esos países; cuáles son sus «motores» y su inserción en los mercados internacionales, incluido, por supuesto, el de Estados Unidos, y después ver qué posibilidades tiene Cuba de hacer algo parecido pero con todas las restricciones que tales países no tienen al no existir ningún bloqueo de Estados Unidos. Asimismo, sería interesante hacerse una pregunta que pocas veces se hace: ¿Podrían haber logrado China, Vietnam, Barbados o Corea del Sur unas tasas de crecimiento tan altas en sus respectivos «despegues» si hubieran contado con las restricciones económicas que supone un bloqueo de Estados Unidos?
Pedro Monreal dice:
Estimada Leina,
Muchas gracias por su comentario. Ciertamente el bloqueo económico es un factor causal importante en los problemas, no solamente económicos, que Cuba enfrenta en la actualidad. Por razones que no son analíticas sino políticas y éticas siempre he rechazado tajantemente el bloqueo.
Le aclaro, sin embargo, que mi artículo no se propuso analizar las causas de los problemas económicos de Cuba sino llamar la atención acerca de que el desarrollo del país necesita tasas de crecimiento económico que superen determinado nivel, y concluyo que una tasa tan baja como la promediada desde que comenzó la «actualización»(2,15% anual) no es compatible con el desarrollo del país y que por tanto ese es un problema que debe ser resuelto. Tampoco mi análisis aborda posibles sugerencias para crecer más. Eso es algo que necesitaría uno o varios artículos más, seguramente requiriendo del aporte de muchos más especialistas.
He tratado de apoyar el análisis, siempre que ha sido posible, en las estadísticas oficiales de Cuba. No tengo una respuesta concluyente para su pregunta acerca de la cantidad de PIB per cápita que anualmente el bloqueo le ha restado a la economía del país. Debería existir un indicador preciso sobre este asunto en el sistema estadístico nacional, pero lamentablemente no es así. Ese indicador simplemente no está disponible. Hay otros cálculos y estudios pero no son parte de las estadísticas oficiales de Cuba ni de ninguna institución internacional especializada en estadísticas económicas.
Ante la ausencia de tal información, el primer punto sobre el cual llamo la atención es que la economía cubana no ha alcanzado un crecimiento del 5% desde 2008 hasta la fecha, pero la economía nacional ha crecido por encima del 5% en otros períodos recientes.
Por ejemplo, durante el cuatrienio 2004-2007 se alcanzó una tasa promedio anual superior al 9 por ciento. Incluso durante el periodo más amplio comprendido entre 1996 y 2007 se registró una tasa de crecimiento económico promedio anual de 5,45 por ciento, es decir, dentro del umbral de crecimiento entre 5 y 7% considerado como adecuado por el gobierno cubano. (Nota: He hecho los cálculos promedios de manera muy rápida para hacer este comentario y pudiera haber quizás algún error de décimas en el cálculo, pero que no modifican las conclusiones)
Desde 1999, existieron 6 años en los que se registraron crecimientos del PIB superiores al 5%: en 1999 fue de 6,2%, en 2000 fue de 5,9%, en 2004 fue de 5,8%, en 2005 fue de 11,2, en 2006 fue de 12,1%, y en 2007 fue de 7,3%.
Es decir, durante dos años seguidos (2005 y 2006) el PIB creció en más del 11%.
Estos son datos que ilustran lo complicado que puede resultar adjudicarle al bloqueo económico –que insisto en que obviamente es un proceso que tiene un impacto negativo real sobre Cuba- la causalidad por el hecho de que la economía cubana haya crecido tan débilmente durante la etapa de la “actualización”, o sea la explicación concreta acerca de un crecimiento de 2,15% en vez de haber sido un crecimiento de 5%, o tal vez mayor.
Es decir, el bloqueo también ha existido en otros periodos en que el crecimiento alcanzó niveles promedios superiores al 5% y en que incluso el PIB tuvo tasas de crecimiento de dos dígitos. De hecho, el bloqueo era entonces más inflexible que en la actualidad.
El punto que Ud. señala sobre el bloqueo es sin dudas importante, pero requiere un análisis preciso con datos sistemáticos del impacto del bloqueo en el PIB que, hasta donde conozco, no se encuentran disponibles públicamente. Por ello, la causalidad del bloqueo en la explicación de bajos crecimientos (menores de 5%) en determinados períodos no puede establecerse con precisión. Establecer cualquier tipo de causalidad respecto a tasas especificas de crecimiento exige un análisis basado en datos concretos.
Eduardo dice:
Estimado Sr. Monreal:
he leído con gran interés su artículo sobre la economía cubana: se echan mucho de menos en la prensa nacional este tipo de análisis. Sin dudas tenemos profesionales capaces de hacerlo pero no parece ser una política editorial o tal vez sean insuficientes los medios.
No tenemos que coincidir, totalmente, por supuesto pero los análisis, motivan el conocimiento, la opinión, profundizar.
Es cierto q es una prolongadísima crisis económica la que se vive en Cuba, se precisan de soluciones que aceleren el despegue, eso todo los compartimos. No es solo en Cuba, por cierto, pero es nuestro país, aquí vivimos, amamos.
Me pareció un poco «cogido por los pelos» su enfoque comparativo de que si los demás crecen en el Caribe, por qué Cuba no??…
Ádemás en los años que Cuba creció…estaba el «campo socialista» como bloque económico, con virtudes y defectos….pero se movía.
Saludos y mil gracias por su artículo.
Pedro Monreal dice:
Estimado Eduardo,
Agradezco mucho sus observaciones.
Solamente un breve comentario respecto al crecimiento económico de muchos países del Caribe, incluyendo Barbados y Antigia y Barbuda- Como señalé en el texto, el hecho de que tengan ingresos per cápita relativamente altos no los libera de presentar muchos problemas, incluyendo tasas de crecimiento economico moderadas y bajas en los últimos años.
El punto sobre el cual trataba de llamar la atención era el hecho de que esos dos pequeños paises han alcanzado niveles de PIB per cápita que no resultan inaccesibles para Cuba.No creo que sea un análisis «cogido por los pelos». En realidad no analicé el asunto. Simplemente he apuntado la existencia de niveles de PIB percápita en el Caribe que en modo alguno representan metas imposibles para un pais como Cuba.
Obviamente, el reto es como crecer a los ritmos que hacen falta para ello.
Me llama la atención con la que siempre tratamos de buscar lecciones en paises que están literalmente al otro lado del mundo, paises como China con mas de mil millones de habitantes o como Vietnam con algo menos de cien millones. Lo que reclamo es tratar de mirar un poco mas hacia el entorno geográfico inmediato.
Marité dice:
A ver….creo q el autor si lo menciona. Hay q releer. Pero sin embargo, Leña, tu no mencionas a cambio las mas de una importantes condonaciones de deuda externa..que piensas?
Ulises dice:
El artículo suena muy optimista a como uno lee la prensa internacional. El gobierno cubano más que pensar que esa generación no va a estar incluida en el despegue de la economía cubana, no más bien está tratando de salvar su economía de una recesión y el colapso de su sistema socialista??? Uno lee que las empresas privatizadas las ponen bajo la orden de la burocracia como sucedió en China, van a utilizar transgénicos en su agricultura, no logran compensar la caída del comercio con Venezuela, están tratando de convencer a Rusia de que les suministre petróleo ante la caída de la ayuda de PETROCARIBE.
A como van las cosas se lee también que la aprobación de las reformas de su modelo de actualización es demasiado lento, los proyectos de infraestructura de inversión extranjera como el Puerto Mariel son aprobados con demasiada lentitud.
Y todo eso en un contexto en donde la nueva generación de jóvenes no vivió la revolución cubana como esa generación de 50 año o más que usted menciona, y que posiblemente no apoyaría al gobierno cubano como lo hicieron las generaciones anteriores. Dudo la verdad que la prioridad del gobierno cubano sea incluir a las personas de 50 años o más en el despegue de la economía cubana, sino más bien tratar de salvar su socialismo cada vez más resquebrajado.
Pedro Monreal dice:
Estimado Ulises,
Muchas gracias por sus observaciones. La situación es efectivamente complicada y obviamente el gobierno cubano tratara de utilizar los medios que tiene a su disposición para lidiar con los problemas que existen. No estoy en posición de conocer en detalle las prioridades operativas del plan gubernamental. La responsabilidad por el diseño y aplicación de las políticas públicas (políticas económicas, sociales, y de otro tipo) recae en el gobierno.
Tanto en Cuba como en cualquier otra parte, hacer políticas públicas es una prerrogativa de los gobiernos. Sin embargo, normalmente ello no ocurre en un entorno político vacío. Son las relaciones políticas –que siempre giran alrededor de la cuestión del poder- las que suelen decidir las modalidades, prioridades y ritmos de aplicación de las políticas económicas. Lo que pudieran pensar los economistas es un factor a tomar en cuenta, pero casi ninguna política económica es el resultado lineal y exclusivo de una recomendación técnica.
Digo todo esto porque el sentido común indica que, para tratar de enfrentar una crisis, normalmente los gobiernos tratan de asegurarse el máximo apoyo posible de los ciudadanos y ello solamente puede darse en la esfera política. Eso tampoco es automático, pues en ocasiones pueden implementarse políticas públicas sin tener mucho apoyo ciudadano, pero ese es un punto donde no se pueden hacer generalizaciones ya que siempre depende del contexto específico del que se trate.
Pero lo que debería ser “lógico” es que se necesite asegurar el máximo apoyo ciudadano posible para hacer las políticas públicas que se requieren para superar las crisis, políticas que usualmente traen aparejados costos para la gente.
Entonces, lo que simplemente he hecho es tratar de llamar la atención acerca de que pudiera ser problemático hacer una estrategia económica (con tasas muy bajas de crecimiento) en la que de entrada se le estaría diciendo a la tercera parte de la población de un país que no van a llegar a participar de los supuestos beneficios de tal estrategia.
En mi modesta opinión, eso lo tiene claro el gobierno cubano, y por eso es que plantean que el crecimiento anual debe ser sostenido y entre el 5 y el 7%. El reto, sin embargo, es como lograr romper esta tendencia de bajo crecimiento económico que existe desde el año 2008, y que en términos prácticos no ha logrado ser modificada, a pesar de que 2017 marcará el séptimo año de la “actualización”.
Nada más alejado de mis propósitos que hacer un vaticinio, hay demasiados factores influyendo en el proceso, pero lo único que digo es que hay que prestar atención a ciertos números.
Oscar Mederos Mesa dice:
Ciertamente no podemos pedirle al PIB más de lo que como indicador «sintético» puede brindarnos. En su esencia es un indicador para medir las economías de mercado y cuales son las que realmente no lo son en un mundo globalizado e interconectado. No es algo que oculte este indicador, lo declara la propia metodologías de las cuentas nacionales de las Naciones Unidas. De cualquier manera es referativo por excelencia para las comparaciones internacionales. Por demás pese a los esfuerzos técnicos se hace complejo su cálculo en la medida que participan con más protagonismo otros actores económicos como el sector no estatal y cooperativo.
Pero lo que nade discute, ni nuestro gobierno ni los que hoy tenemos responsabilidades de conducir empresas que solo con ritmos cercanos al 6% de crecimiento el país podrá garantizar su sostenibilidad económica y existen coyunturas para una economía tan abierta como la cubana en un franco proceso de envejecimiento de su población que no pueden desestimarse. Ese es el reto de todos los días. Las comparaciones con la región son muy útiles. No olvidar el entorno externo agresivo en que hemos vivido es pecado, pero prefiero compararnos con lo que ya hicimos y no nos dio resultado.
Pedro Monreal dice:
Estimado Mederos,
Agradezco mucho tus precisos comentarios, que, viniendo de un especialista como tú, con una importante experiencia profesional en el tema de las estadísticas nacionales, siempre son especialmente apreciados. Concuerdo con todo lo que planteas. De hecho, has agregado un elemento importante que debería ser tenido más en cuenta en los debates sobre el desarrollo nacional que estamos teniendo: el envejecimiento de la población.
Es un tema sobre el que hay valiosos estudios hechos en Cuba, pero que observo que no están siendo suficientemente incorporados en el debate, seguramente en parte por responsabilidad de quienes participamos en las discusiones. No es mi especialidad, de manera que espero que los colegas que conocen bien el tema pudieran aportar elementos para hacer una discusión sustantiva.
Livio Delgado dice:
Muchas gracias por bajar los tecnicismos económicos a símiles completamente comprensibles por atrevidos y curioso como el que le escribe, no vivo en Cuba pero intento mantenerme informado de su realidad, pero sobre todo de las opiniones y artículos sobre la economía Cubana que creo al final es el mayor fracaso de la interpretación de socialismo que cada país ha intentado poner en práctica. Me atrevo a asegurar que nadie duda que la variante tiempo, en esta demasiado prolongada búsqueda del desarrollo en la sociedad Cubana, está jugando su roll de agotamiento del sistema, o esa otra realidad que hoy aceptamos como variantes al sistema que reiteradamente incumple sus propias predicciones. Por ello crear el marco propicio para lograr crecimientos en ese entorno del 5 al 7 % o superiores de ser posibles, es vital para poder seguir intentando pensar en futuro. En su artículo evidentemente falta un desglose de cómo lograr estos índices de crecimiento, o al menos un bosquejo de porque no ha sido suficiente “la actualización” después de 7 años de su práctica y los resultados mostrados. Está bien y comprendemos que lograr acumular la suficiente energía de lanzamiento para que el despegue sea exitoso es crítico a estas alturas de la vida, pero el socialismo Cubano consta con los motores capaces de lograr aceleración o empuje y sobre todo velocidad sin volar en pedazos ante un diseño tan antiguo y desgastado por el tiempo.
Pedro Monreal dice:
Estimado Livio,
Agradezco sus comentarios. La cuestión relativa a las razones por las cuales la «actualización» no ha logrado imprimirle dinamismo a la economía cubana ha recibido bastante atención y respecto a ello existen disímiles explicaciones. El asunto relativo a las posibles alternativas que pudieran estar disponibles técnicamente y que sobre todo fuesen viables politicamente, tambien ha recibido atención de los analistas, pero quizas en menor grado y sobre todo es algo respecto a lo que existen polémicas bastante agudas. Considero que la atención quue se le ha prestado -quizas en exceso- a la «conceptualización» ha desplazado el énfasis hacia discusiones mas abstractas y basadas en aspiraciones y ello le ha restado fuerza a debates mas enfocados en la solución de problemas prácticos. Quizás esta reciente crisis pudiera contribuir a balancear la discusión.
Cruz Diaz dice:
Hace 26 años q estamos sumidos en una crisis que no termina, para cuando tendremos un pais prospero y sustentable como se habla en las conignas de los lineamientos. Los jovenes se marchan a cualquier lugar, la poblacion envejese, se le acaba el tiempo a los dicisores. Regalan lo poco que tenemos (hospitales a Pakistan y Bolivia).
La economia de Cuba es un soberano fracaso.
Es pligroso el nivel de apatia y descontenbto que hay en el pueblo, las personas no lo dicen publicamente pero lo dicen en circulos privados. Me preocupa el futuro de mi Cuba.
Pedro Monreal dice:
Estimado Cruz Díaz,
Gracias por su nota. Comparto su preocupación respecto al descontento y la apatía de muchos ciudadanos. Efectivamente, son problemas serios y los retos economicos, sociales y políticos son numerosos y complicados.
El propósito de quienes escribimos en Cuba Posible es precisamente contribuir -mediante el debate- a fomentar la idea de que las soluciones de los problemas del país necesitan la activación de la inteligencia colectiva y la participación cívica de los cubanos en la discusión de las politicas públicas.
Saludos
Yoan dice:
Solo para comparar algunas realidades paradójicas, y ojo que no confundo acceso a los autos con el «desarrollo»…..
https://economiapoliticaypensamiento.blogspot.com/2018/11/definitivamente-loscarros-en-cuba-son.html?view=flipcard