
Uno de los puntos sensibles para el entendimiento futuro entre el Estado y la Diáspora es la cuestión de las expropiaciones. Creo que la premisa tiene que ser encontrar una solución justa y lo más equitativa posible, pero partiendo del principio de que no hay nada que devolver. Planteado de este modo, el punto de vista pudiera parecer divisionista y fundamentalmente contrario al propósito de unir al “Grupo Cubano”. Nada más lejos del ánimo general del “Grupo” y de la lógica del regreso a un entendimiento generado dentro de nuestra cultura e identidad nacional.
¿Por qué no hay nada que devolver?
- Muchas de las propiedades “a devolver” hoy no existen o fueron modificadas radicalmente, por lo que pueden ser consideradas distintas a las originales.
- En lo relativo a las propiedades que conservan sus características originales, debe prevalecer la idea de que sería injusto devolver a unos sí y otros no.
- En el ámbito inmobiliario despojar de sus viviendas a propietarios favorecidos por la Revolución, para devolverlas a sus antiguos propietarios emigrados, sería un acto contrario al propósito de unificar “el Grupo”.
- No se debe devolver ninguna propiedad amparada por la Ley Helms-Burton. El “Grupo Cubano” debe mantener el principio de que no acepta y rechaza la aplicación de leyes extraterritoriales.
- No se pueden ofrecer compensaciones monetarias, pues no hay recursos para ello y no hay que sobrecargar el esfuerzo de la reconstrucción de la economía con gastos que no generarán beneficios en la escala nacional.
Hay que reconocer que la Revolución es fuente de Derecho y que sus actos son legítimos. El derecho positivo revolucionario, como cualquier otro, es imperfecto, luego es susceptible de ser modificado.
Un acto de justicia en este asunto, que constituye una posible solución al problema, es ofrecer a las personas jurídicas o privadas cubanas un derecho prioritario en las inversiones de capital en el país. Es decir, los cubanos, donde quiera que estén, tienen el derecho de tanteo. Aquellos que fueron expropiados deben participar ventajosamente en las licitaciones que se convoquen. Igualmente, y en aras de garantizar la preeminencia nacional, más del 50 por ciento de las inversiones tiene que quedar siempre en manos cubanas, públicas o privadas. Esto debe ser igualmente válido para la adquisición de bienes raíces en el área privada y comercial.
Todo lo arriba dicho, es la concreción del llamado Estado-Nación Transnacional que presupone la unidad del “Grupo Cubano”, sin importar la ubicación geográfica de sus componentes. Esto supera la noción de “Nación y Emigración”, que es divisiva por definición, pues queda implícita la existencia de dos conjuntos de personas que por su estatus legal son diferentes. La noción de “Grupo Cubano”, que me atrevo a adelantar, es un conjunto que tiene dos subconjuntos de ciudadanos protegidos por el mismo derecho, cuya única distinción es la diversa ubicación geográfica de sus elementos.
jose dario sanchez dice:
me apena y aterra esta declaracion suya. Le dire algo :La Revolucion Cubana, si se considera fuente de derecho,seria un muy mal precedente para la reconstruccion cubana, con todos y para el bien de todo. En todo caso, seria un asunto a discutir cuando los cubanos tengan el derecho de hablar, diseminar su pensamiento, agruparse ,proponerse y elegir. Cosas que eso que usted dice es «fuente de derecho», les suprimio.
Decir que: » no hay nada que devolver» es una ofensa y un premio para los ladrones. Que seria de Cuba si, cualquier otro Gobierno, le diera por apropiarse de los bienes ajenos. El respeto a la propiedad nos lastra hor el desarrollo y nos seguira lastrando tanto economica como moralmente. El robo debe ser condenado, sea el que sea que robe. Si no es asi, que seriamos en un mundo en que la corrupcion (en cuba llevada a Cuban way of live).Si el Pais no puede devolver lo incautado, debe al menos disculparse con las victimes y tratar de buscar el medio, mediante bonos u otra forma. Pero la condena moral sera definitoria en la futura sociedad cubana. Si se acepta el robo, o se condena y repudia a los ladrones. Creo que tan sencillo como eso…Gracias
Jorge Alfonso dice:
Primero muerto que aceptar que la emigración entre ´por la puerta ancha en nuestra sociedad socialista, sería como aceptar que la revolución no valio la pena.
Fernando dice:
La historia de la humanidad es la historia de la expropiación. En España se llamó desamortización a la expropiación forzosa de tierras que tenía la Iglesia. El Régimen dictatoria del General Franco expropió a todo aquel que no le apoyó en su golpe fascista y así cuando llegó la democracia a los particulares no les les devolvió las propiedades por lo que los herederos del franquisto disponen de las propiedades arrebatadas injustamente y por la fuerza. Si la propiedad social se va a privatizar en Cuba dándoles a aquellos expropiados en el 59, pienso que entonces los cubanos que vien en Cuba jamás podrán levantar la cabeza y sus oportunidades serán muy reducirdas y más si les echan de sus viviendas para que llege mi viejita vecina española y ricachona que salió en el 59 y sigue reclamanado su palacete en La Habana. (Para mi vecina que va a Cuba con sus abogados a reclamar sus propiedades todos los cubanos de dentro son asquerosos comunistas a los que quiere echar de su casa y si puede encarcelarlos). Desde el odio y el resentimiento no se puede legislar ni transitar nada bueno.