
El análisis político no es mero parloteo sobre un tema. El análisis político, como cualquier otro análisis, necesita método, rigor, y horas de trabajo. Requiere, sobre todo, estar basado en la evidencia. Esa es una exigencia crucial del análisis, no es una opción que puede obviarse. Aquí radica la diferencia entre el análisis y la charlatanería.
La última ocurrencia del pseudo-análisis político sobre Cuba consiste en lanzar al vuelo la noción de que en Cuba existe una supuesta oposición de “izquierda” que funcionaría como un anexionismo solapado. Para no dejar ninguna duda, tal postulado se remata con la aseveración de que “tanto la oposición de la «izquierda» como de la derecha abiertamente anexionista, son dos alas de la misma águila estadounidense”.
Dos artículos recientes de un mismo autor —el periodista canadiense Arnold August— se han encargado de divulgar estos postulados. Primero publicó ¿El final de la ideología en Cuba? (6 enero 2017). Unos días después, consideró que era conveniente ahondar en el «concepto» de que “la más peligrosa oposición a la Revolución cubana proviene de la llamada izquierda”, a la que llega a calificar como “un cáncer en la sociedad cubana”. Para redondear sus argumentos, August publicó el 20 de enero un artículo titulado La oposición de la “izquierda” cubana y los anexionistas: dos alas de una misma águila.
Se trata de una valoración políticamente negativa respecto a una parte indeterminada de lo que pudiera ser la “izquierda” cubana. Demasiado fuerte como para no examinar en detalle los argumentos de Arnold August. ¿Se corresponde su postulado con el resultado de un análisis mínimamente riguroso de la realidad política cubana?
Intentemos entender el asunto. El señor August ha planteado una clasificación política “novedosa”, adicionándole al espectro político cubano contemporáneo la presumible existencia de una oposición de “izquierda”. Ese entrecomillado del término “izquierda” es de August y solamente puede ser entendido en el sentido de que no la consideraría como una verdadera “izquierda”. De entrada, sabemos que la considera como anexionismo solapado. Para decirlo claramente, se trataría de una “izquierda” traidora, que en realidad no sería una “izquierda”, al menos en el contexto político interno cubano.
Hay un problema interesante con esta nueva clasificación que se nos propone en esos dos artículos. El señor August habría sido mucho más perspicaz que el propio Partido Comunista de Cuba (PCC) pues, hasta donde conozco, ningún documento oficial del PCC reconoce la existencia de ese tipo de oposición de “izquierda” en Cuba. Tampoco logro detectar ningún discurso del Primer Secretario del PCC que lo haga. A lo que se refirió el Informe Central al VII Congreso del PCC fue a “las acciones dirigidas a introducir plataformas de pensamiento neoliberal y de restauración capitalista apoyadas por una perversa estrategia de subversión político-ideológica que atenta contra las esencias mismas de la Revolución”, es decir, parámetros ideológicos que no son los de la “izquierda”. Ciertamente, Raúl se ha referido también a otro tipo de oposición: la obstrucción burocrática al proceso de “actualización”, pero ese es un tema completamente distinto del que nos habla August. De hecho, es a esta “oposición” burocrática (formalmente criticada por el Primer Secretario del PCC) a la que habría que concederle especial atención y no a la que proviene de una elucubración periodística montada desde el exterior.
El argumento central de August sería que la supuesta oposición de “izquierda” habría abrazado el presupuesto político esencial de la derecha plattista: la necesidad de destruir la unidad de la sociedad cubana construida desde 1959. Al asumir tal presupuesto político, la conjeturada oposición de “izquierda”, según August, “contribuye objetivamente al American Dream de instaurar el capitalismo en Cuba”. Al referirse a la “objetividad”, pudiera pensarse que August dispone de elementos más allá de su imaginación.
¿Quiénes componen esa supuesta oposición de “izquierda” en Cuba? No lo sabemos. El señor August parece no tener la menor intención de aclararlo con precisión, pero ¿qué razón pudiera existir para aceptar la validez de esa idea? En rigor solamente pudiera existir una sola razón: que tal idea pudiera ser verificada con datos de la realidad.
Tratemos de plantear formalmente las hipótesis básicas de August y su posible proceso de validación:
Hipótesis #1: La causa de que la oposición de “izquierda” funcione como anexionismo solapado es la aceptación del presupuesto político esencial de la derecha plattista (la necesidad de destruir la unidad de la sociedad cubana construida desde 1959).
Hipótesis #2: La aceptación del presupuesto político de la derecha plattista por parte de la oposición de “izquierda” es un hecho indiscutible.
Hipótesis #3: Por tanto, la oposición de “izquierda” debe ser considerada como un anexionismo solapado.
Para que la hipótesis #3 sea válida, la clave radica en que la hipótesis #2 también lo sea. Si la hipótesis #2 no puede ser validada, entonces el postulado de August (resumido en la hipótesis #3) se queda “colgado de la brocha”. Por supuesto, tampoco habría que hacerle entonces el más mínimo caso a la hipótesis #1 que plantea una relación de causalidad que no tendría sentido porque el factor causal (la “aceptación”) sería analíticamente espurio.
La pregunta obvia sería entonces ¿Cuál es la evidencia que aporta August para sostener la validez de la hipótesis #2? ¿Qué datos concretos utiliza August para afirmar que hay una parte de la “izquierda” cubana que ha abrazado el presupuesto político esencial de la derecha anexionista cubana?
En un tema como este se necesitaría aportar —como mínimo— nombres de personas, organizaciones y medios, la identificación de posibles posicionamientos contrarrevolucionarios verificables sobre temas concretos, y datos sobre las relaciones entre ideas (o sistemas de creencias) y los intereses que pudiera tener esa presumible oposición de “izquierda”. Sin embargo, los dos artículos son completamente mudos sobre ese tipo de evidencia crucial. En caso de ser presentadas en una evaluación universitaria, la mención que se hace en los artículos de una serie de citas inconexas y la utilización de una anodina metáfora sobre relojes, no serían consideradas como evidencias ni por el más piadoso profesor de investigación social.
Una conclusión inevitable es que estamos en presencia de una “falacia analítica”, es decir, se han sacado conclusiones —políticamente muy gruesas— a partir de una evidencia que o bien no existe, o que si existiese no habría sido recopilada y utilizada, pero que, contrario a todas las convenciones del método analítico, August asume imaginativamente que sí existe y que lo imaginado bastaría para apoyar su opinión personal sobre el tema.
Quienes parten de la evidencia y la analizan para confirmar o para rechazar una hipótesis son considerados normalmente como analistas. Quienes no parten de la evidencia y no dominan los métodos de análisis son pseudo-analistas.
Si no aporta evidencia creíble, ¿cuál es el propósito de Arnold August al tratar de establecer supuestas divisiones en el seno de la “izquierda” cubana? No tengo una respuesta para eso.
En sentido estricto, no hace falta refutar lo que dice August. La refutación es parte del método analítico, algo que nada tiene que ver con los dos artículos de referencia. Una opinión es una opinión, y nada más. Está muy bien que el señor August tenga las suyas. Después de todo, todavía existen sociedades tradicionales en regiones remotas del planeta que piensan que la Luna está hecha de queso. Como opinión eso está muy bien. El problema es que no tiene que ver con la realidad.
Charles Romeo dice:
Estoy de acuerdo con usted, compañero Monreal. No es desde fuera de Cuba que vendra un análisis correcto de nuestra problematica politica, sobre todo de quienes opinan sobre el sabor del «puding» sin haberlo probado.
Yo diria que los dos extremos opuestos del pensamiento politico cubano actual son, de una parte los «retranca» que piensan, aunque no lo dicen, que todo tiempo pasado fue mejor,y de la otra los «pragmaticos», que postulan que lo importante son los cambios, los que sean con tal que funcionen. Ambos extremos padecen del mismo defecto:una incapacidad para plantearse seriamente, y con responsabilidad, la problematica actual del socialismo cubano.Y es, a mi juicio, la mayoria de los cubanos los que coinciden en que hay que modificar el actual socialismo, en particular, la eficiencia de su economía, pero sin que se pierda todo lo bueno que se ha logrado con la Revolución, que para mi es su partcular sentido de lo que es humano, entendiendo este concepto como lo definio Carlos Marx:»Pero la esencia humana no es algo abstracto inherente a cada individuo. Es, en su realidad, el conjunto de las relaciones sociales.”
Como mantener el humanismo cubano y elevar la eficiencia de su economia, esa es la cuestión y esa es, a mi juicio, la posicion política correcta y mayoritaria. Y para lograrlo hay que ser capaz de hacer la crítica de lo que se ha hecho hasta ahora, pero por quienes lo hicieron.
Pirolo dice:
Pregunta: ¿Cuál es el propósito de Arnold August al tratar de establecer supuestas divisiones en el seno de la “izquierda” cubana?
Respuesta:
Elemental, estimado Monreal: Salda una deuda.
Entre 1990 y 2009 August realizó » mas de 40 visitas a Cuba». El resultado fue el texto Democracy in Cuba and the 1997-98 Elections (Editorial José Martí, La Habana, 1999). Un libro en ingles publicado por la Editorial Jose Marti. Tome nota, buen Pedro.
En el 2013, al agradecer la Distinción Felix Elmuza, otorgada por la UPEC a nombre del Consejo de Estado, el Sr August declaró » tengo particular interés en la nueva ola de blogueros cubanos que defienden su país contra los llamados disidentes de izquierda o de la abiertamente declarada derecha.» Tambien afirmó «En la esfera internacional la prensa cubana, y Telesur, son las únicas fuentes de información verídica sobre la realidad de Libia, Siria, Irak, el Medio Oriente, América Latina y otras regiones. Su país se encuentra en una situación desventajosa con respecto a los Estados Unidos, pero sus periodistas nunca cambian sus principios por conveniencias personales.»Disiden tes de izquierda» y «unicas fuentes de informacion verídicas». Siga tomando nota, estimado Pedro
El Sr. August salda sus deudas y paga con su pluma. No solo por los almuerzos en el Hotel Palco, a la vera de Alarcón o Maciques, o de las cenas en la Embajada de Cuba en Washington. Su presente es de conferencias e invitaciones, que aportan sus seguros dividendos.
¿No quedamos que lo primario era el yantar? Lo demas es exceso de palabras. Este Sr. defiende su estómago. Y eso es importante!
salud, salud, salud
Pirolo de Guaracabuya
Pedro Monreal dice:
Tomo nota, estimado Pirolo; tomo nota con interés.
Muchas gracias por los detalles que aportas, los cuales desconocía.
Ramón García Guerra dice:
Ciertamente existe una oposición de izquierda en Cuba y háblame existido, al menos, desde el mismo momento en que se inicia la revolución. Y en buena medida a sido un asicate que ha obligado a continuas rectificaciones en medio de proceso histórico. La cuestión es analizar las fuerzas de la reacción que han bloqueado el despecho de esa izquierda disidente, radical, opositora. Desde la vieja burocacia hasta la nueva burguesía. Lo que parece claro es que incluso la derecha más anticuada ha debido ceder o asumi, hipocritamente, ante la accion y el discurso de una nueva izquierda radical en pleno siglo XXI. El resto de lo que pienso se lo hice saber al señor August de modo personal.
Pedro Monreal dice:
Estimado Ramón,
Creo que Ud. convendría en aceptar la idea de que términos como “izquierda”, “derecha” y “centro” no son los idóneos para identificar la identidad política de ciudadanos y organizaciones, mucho menos en Cuba. Para poder precisar la identidad política de individuos y de grupos es necesario conocer sus posturas precisas respecto a temas cruciales como el capitalismo, el Estado, la igualdad, la moralidad de los sistemas socio-económicos, y la estrategia para la transformación social.
Es conocido que, respecto a esos temas, los individuos y los colectivos que en Cuba pudieran auto-definirse como de “izquierda, normalmente tienen diferentes enfoques. Desde esa perspectiva, la “izquierda” cubana pudiera ser muy heterogénea. Una interpretación flexible del término “oposición de izquierda” pudiera enmarcarse dentro de esa heterogeneidad.
Probablemente, la referencia a la “oposición” expresaría que determinados individuos y grupos que se consideran de “izquierda” no comparten un conjunto de preceptos de la política oficial (del partido y del gobierno), que también sería de “izquierda”. Pero ese tipo de discusión, lejos de ser superflua y negativa, es necsaria y puede ser provechosa, dependiendo de cómo se haga.
Por ejemplo, un componente del actual debate en Cuba se desarrolla alrededor del tamaño y del grado de centralización del Estado. Sin embargo, el tamaño del Estado (sobre el cual hay diferencias dentro de la “izquierda”) no es el asunto esencial desde el punto de vista político. Lo esencial es la función del Estado respecto a la protección de los derechos e intereses de los trabajadores, un asunto sobre el que parecen existir muchas menos diferencias dentro de la “izquierda”.
Pero no es ese el tipo de “oposición de izquierda” al que se refiere August en sus artículos. En su caso, el término designa una postura traidora de parte de presuntos individuos que pudiendo haberse declarado como “izquierda”, en realidad traicionan la identidad esencial de la “izquierda” y suplementan la actividad de una «derecha» anexionista,con la agravante de queesa presunta «oposición de izquierda» funcionaría como instrumento de la política agresiva de una potencia extranjera.
Lo que digo en mi texto es que tal insinuación no se encuentra mínimamente sustentada en los dos artículos de August y que sus afirmaciones no son admisibles como resultado de un análisis político.
Pudiera ser un caso, pero no me atrevo a afirmarlo tajantemente, de intolerancia ideológica y de considerar, injustificadamente, que se posee la suficiente iluminación intelectual y una superioridad moral elevada, que justificaría una supuesta capacidad para asignar calificativos políticos denigrantesa todo aquello que no encaje en deterimados esquemas mentales. Pero repito que eso no puedo afirmarlo con certeza. Simplemente anoto que ese tipo de discurso no ha sido infrecuente en las querellas fratricidas que desde hace tiempo se han producido dentro de la “izquierda” en diferentes épocas y lugares.
Creo que no debe escapar a nadie de «izquierda» el peligro que entraña caer en la tentación de una “batallita” de descalificaciones dentro de la “izquierda” en momentos en que se produce un ascenso de la “derecha” en muchos lugares, incluyendo los EE.UU y la propia América Latina, donde la correlación de fuerzas políticas se ha movido hacia “derecha” en no pocos países.
Arnold August dice:
Convergencia
http://bit.ly/2jzrxX3
«A quien le sirva el sayo, que se lo ponga»
La oposición de la “izquierda” cubana y los anexionistas: Dos alas de una misma águila
http://bit.ly/2jRB6Bh
Pedro Monreal dice:
Estimado August,
Gracias por recordarle a los lectores de Cuba Posible el link que lleva a sus artículos de opinión.
A propósito de la expresión «A quien le sirva el sayo, que se lo ponga», le anoto un link relativo a un manual de investigación social que quizás pueda serle de utilidad. http://www.fapyd.unr.edu.ar/wp-content/uploads/2015/09/manual-de-investigacion-en-ciencias-sociales-quivy-campenhoudt.pdf
Marlene Azor Hernández dice:
SR. Arnold August,escribe usted sin ningún rigor conceptual ni analítico.Su ignorancia del tema le hace hacer especulaciones sin ningún fundamento en la realidad.Por eso no puede usted decir ni nombres ni organizaciones que supuestamente entrarían en su pedestre clasificación:No conoce sobre lo que escribe.
Lamentable leer su propaganda de «conspiraciones», pura especulación de su imaginación y peor aún, que una mediocre producción intelectual como la suya circule en medios cubanos.
Muy lamentable sus partner cubanos que le permiten un espacio no merecido: Cubadebate.cu
Tengo amigos intelectuales cubanos que le conocen y lo describen como alguien muy invasivo,agresivo y mediocre.
Jny dice:
Dr Monreal, ups con tanto currículum expuesto vacilé al escribirle porque ni siquiera he estudiado el área de la comunicación, pero típica cubana, le tengo miedo a muy pocas cosas, así que no me limito a hablarle a alguien, por más títulos que ostente. He leído atentamente, el artículo que menciona, soy seguidora de la pupila y a veces, cuando una amiga residente en Chile, la cual fue mi paradigma profesional y político por mucho tiempo, ahora no tanto, me sugiere algún texto de este blog, pues también indago un poco en sus palabras escritas. Tengo mis dudas del objetivo de este blog, qué persigue, a quién va dirigido, cuál es su posición política. Si realmente no son esa «izquierda solapada», por qué sentirse aludidos? Usted cree que realmente no existe en Cuba, esos intelectuales que por tanto apuntar, señalar, se olvidan de dar soluciones, de crear. Soy de las que defiende decir las cosas por su nombre y señalar lo erróneo, lo equivocado, pero con el ánimo de solucionarlo, perfeccionarlo, hacer la vida más justa, más feliz para todos. Cree usted que lo lograremos con personas supuestamente «neutrales». Todos adoptamos un criterio, una posición. Yo prefiero estar en la real izquierda. Disculpe si no escribo tan bonito como usted, asignatura pendiente de una ingeniera en ciencias informáticas. Slds.
Pedro Monreal dice:
Estimada Jny, muchas gracias por su comentario.El objetivo de Cuba Posible está expuesto en la «pestaña» ¿Quienes somos?, a la cual puede acceder directamente en este link https://cubaposible.com/quienes-somos/
Ese objetivo trata de ser resumido en la noción de que Cuba Posible es un «laboratorio de ideas», es decir, un espacio de confluencias de distintos saberes que pudieran ser relevantes para el debate público que hoy tiene lugar en Cuba.
El blog refleja la diversidad de posiciones que emana de un grupo de autores que tienen distintas formaciones, experiencias profesionales y de vida, y visiones disímiles sobre la ideología y la política. En ese sentido, la «posición política» de Cuba Posible no puede ser «fijada» de acuerdo con parámetros reduccionistas que tratan de encasillar esa diversidad.
Pregunta Ud. a quién va dirigido Cuba Posible. Se dirige a todo aquel que desee encontrar diversidad de ideas que son perinentes para el debate contemporáneo en Cuba.
Cualquier lector de Cuba Posible está en su derecho de pensar y de decir que Cuba Posible es «centrista», o que es «oposición de izquierda», o «neutral», o «izquierda solapada».
Una vez que alguien -en su pleno derecho- emite un criterio de ese tipo, lo normal es que se admita que los interpelados (los autores que publican en Cuba Posible) puedan responder -en su pleno derecho- de la manera en que mejor estimen conveniente.
El debate es precisamente eso. Así es como funciona un laboratorio de ideas. Si Ud. revisa lo que se ha publicado en Cuba Posible encontrará textos que critican lo que alguno de nosotros hemos publicado.
El límite de lo publicable en Cuba Posible lo marcan al menos dos cosas: primero deben ser textos -y comentarios- que se conduzcan por normas de comunicación «civilizadas» (que no denigren a otros), y segundo, que lo que se publique debe expresar posiciones compatibles con el bienestar y los derechos del pueblo cubano, obviamente en concordancia con la noción que sobre tal punto tienen los editores de Cuba Posible.
Dentro de esos límites, Cuba Posible propicia un «tejido» diverso de ideas.
Para Cuba Posible, el tejido es el mensaje.
Comentaré brevemente tres cuestiones que Ud. ha planteado.
Mas allá del uso del término de «izquierda», una etiqueta que poco aporta en sí misma para explicar fenómenos sociales, en modo alguno lo que hace Cuba Posible no es «solapado». Las ideas que Cuba Posible promueve se publican y están a la vista de todos.
Tampoco lo que se escribe en Cuba Posible es «neutral», por el contrario, en general se trata de textos que definen claramente posicionamientos. Incusive en los casos en que no se ofrecen respuestas, muchas veces hacer una pregunta, o la manera en que se hace una pregunta, expresa un posicionamiento político. Están disponibles los artículos de Cuba Posible para verificar esto.
Como siempre suelo hacer cuando se hacen afirmaciones o preguntas en abstracto sobre Cuba Posible, la invito respetuosamente a identificar un solo texto publicado en Cuba Posible que sea contrario al objetivo de justicia social perfeccionada a la que debe aspirar el pueblo cubano.
Adicionalmente, es conveniente destacar que muchos textos que publica Cuba Posible no se limitan a describir o a analizar, sino a proponer soluciones concretas. La percepción de que en nuestro país existen intelectuales que «se olvidan de dar soluciones» pudiera ser aplicable a otros autores, pero no a la gran mayoría de quienes publican en Cuba Posible. Ahí está la evidencia de lo publicado en Cuba Posible, con numerosas sugerencias de soluciones respecto a muy variados temas.
Finalmente tomo nota de que Ud. se identifica con la «real izquierda», pero le confieso que mas allá de intuir que eso pudiera significar una visión anti-capitalista, no me queda claro como se posiciona la «real izquierda» respecto a los temas cruciales de las transformaciones que ya tienen lugar en Cuba y de las que están por venir. Se necesita disponer de mucho mas que una «marca» para poder saber como ella opera concretamente en un contexto específico.
Le reitero que opiniones como las que Ud. ha expresado son respetadas, y son muy bien apreciadas y bienvenidas en el marco de los debates que Cuba Posible intenta propiciar.
Jny dice:
Muchas gracias por su respuesta, me hubiera gustado que me llegara a mi correo cuando alguien responde a mi comentario, quizás el webmaster no lo tenga concebido de esa forma por problemas de provacidad, pero pudiera dejarse a opción de los que aquí comentan. Solo añadir al ver que no le quedó claro sobre mi posición, mi filosofía de vida, que es lo que asumo por ser de izquierda, no como una «marca», es la lucha constante a las injusticias, es creer en la bondad de los seres humanos, es que me defina el «ser» y no «tener». Seguiré con más sistematicidad este laboratorio de ideas, me encantan los espacios como este, para el diálogo abierto y respetuoso, que eleva la calidad de todo proceso. Esperemos que en los momentos cruciales que siempre estarán presente, tomemos las decisiones correctas. Saludos.
Alexei dice:
Estimada, una manera de tener su propia opinión sobre Cuba Posible es leer los trabajos que se han publicado en sus casi tres años de vida. Uno de los objetivos del debate público es poner al tanto, digamos, sensibilizar a los decisores, acerca de los temas y problemáticas que afectan a la sociedad como un todo.
No cabe a los intelectuales (sociólogos, antrópologos, filósofos, comunicadores, psicólogos, pedagogos, etc.) dar las soluciones a los problemas del país. Su papel es investigar para diagnosticar, alertar y contribuir a la búsqueda de soluciones. Por ejemplo, ¿qué contribuciones concretas dan los informáticos para superar el atraso tecnológico del país? ¿Por qué con tantas universidades donde se estudia informática no existe en toda Cuba un solo municipio con un registro civil digitalizado? ¿Es el informático (que dispone del conocimiento teórico y práctico, que puede indicar y usar la tecnología para esa tarea, un escáner hoy cuesta menos de 100 dólares) quien tiene que resolver la cuestión? ¿La persona que se queja de la calidad del pan tiene que explicarle al panadero cómo hacer su trabajo? Lo mismo pasa con los dirigentes. Si algo va mal, se denuncia, se alerta, se critica y los responsables han de trabajar para resolver el problema.
Si usted lee Cuba Posible constará que a diferencia de otras plataformas cubanas, lo descriptivo marcha de mano con lo propositivo. Claro, eso no significa que lo que aquí se expone sea la panacea de nuestros problemas ni la única forma de solucionarlos. Corresponde a los decisores tomar o no cuenta las opiniones y estudios bien fundados y trazar políticos para resolver los problemas o evitar que estos aparezcan.
Sobre la izquierda solapada. Si vamos a la historia de la URSS, veremos que los que condujeron la restauración del capitalismo en aquellas naciones, no fueron ni intelectuales ni activistas, sino la más alta dirigencia del Partido Comunista. Muchos de esos consagrados militantes se encuentran hoy entre las personas más ricas de Rusia y Ucrania, por ejemplo.
Se puede decir que hay muchos solapados en propias filas del PCC y en cargos del gobierno. Pero, ¿cuáles cree sean algunos de los factores que provocan el solapamiento, la entrada en el PCC de personas que no son de izquierda? ¿Cómo saber el ministro tal de la “izquierda real” y no un acomodado que vive del cargo? ¿Existirán personas que no son de esa “izquierda real” con la suficiente decencia, honestidad, responsabilidad y competencia para desempeñar bien su trabajo? ¿Esos valores están presentes en todos los que en Cuba militan en las filas del PCC y la Juventud?
Si un mérito tiene Cuba Posible es que permite identificar, a partir de sus ideas, los posicionamientos políticos de los autores.
Jny dice:
Gracias a usted también por su respuesta. Y sí, la doble moral de muchas personas está por doquier, no sé cómo nos podremos ir librando de esa miseria humana, como de muchas otras que nos afectan. Quizás fui un poco agresiva en mi primer comentario, porque me habían sugerido algunos escritos que no les encontraba ninguna bondad, el dedo en la herida, pero no con el ánimo de sanar, de curar, era para despedazarlo todo, hacerlo sangrar. Ahora entiendo que puede ser que los autores de aquellos, pues tenían una posición política diferente a la mía, al menos mi visión de lo que debe ser un intelectual cubano.
Sobre lo que comentan de nuestra sociedad informatizada, tiene toda la razón, falta de estrategias y voluntad porque capacidad profesional existe, pero infraestructura no.
Con respecto a la historia de la Unión Soviética, reconozco que tengo que leer e investigar mucho más para poder debatir.
No había visto la opción de recibir notificación cuando existan nuevos comentarios, excelente.
Un gusto, Slds.
Haniel dice:
Dr. Monreal:
Según sus análisis pertinentes es cuestionable el hecho de que exista o no una «oposición de izquierda», debido a que no hay nombres o pruebas de la existencia de esas personas, entidades o grupos que son llamados de tal forma. ¿Le hacen falta necesariamente, o es que solo ven ustedes lo que es conveniente?
A partir de sus formuladas hipótesis podría usted responderme las siguientes preguntas:
– ¿Qué objetivo persigue la blogosfera cubana que disiente de la «izquierda» (enmarcada por usted como gobierno y partido)?
– ¿Cuál es el público objetivo de esta blogosfera disidente de la «izquierda» cuando hace poco más de un año que empieza a ser el internet alcanzable para todos?
– ¿Es necesario alejarse de los mecanismos existentes para divulgar solo los problemas e incongruencias?
Saludos y al tanto…
Pedro Monreal dice:
Estimado Haniel,hace Ud. tres preguntas muy interesantes que lamentablemente no puedo responder porque se trata de temas de la «blogósfera» respecto a los cuales no tengo ni la especialización ni la experiencia profesional que me permirían hacer un análisis.
Otros autores publicados en Cuba Posible han abordado el tema de la comunicación.
Anoto dos problemas -quizás de comprensión- respecto a la manera en que Ud. ha formulado las preguntas.
Por una parte, yo no puedo «enmarcar» nada ni como gobierno ni como partido.
Por otra parte, no queda claro si Ud. considera que Cuba Posible es parte de lo que Ud. denomina como «la blogosfera cubana que disiente de la ´izquierda´», pero por si acaso, le expreso mi opinión de que Cuba Posible no se ha concebido como una plataforma que «disiente» respecto a algo.
Cuba Posible se define en «positivo» (ideas para crecer) y no en «negativo» (disentir o negar algo).
Cuba Posible ni se concibe ni funciona a partir de las cosas con las que no está de acuerdo sino de las cosas con las que está de acuerdo, principalmente con propiciar un debate público lo mas amplio posible, siempre que se haga para perfeccionar la justicia social del país.
En relación con su pregunta respecto a la falta de datos que se observa en el texto de August, mi respuesta es concluyente: sin evidencia no hay análisis.
No es un criterio individual. Es el estandard consensual respecto al análisis.
Respecto a lo que escribió August sobre la supuesta existencia de una «oposicion de izquierda», no se trata de que yo vea solamente lo que pudiera ser «conveniente». El problema es no veo nada que pueda ser aceptado como evidencia. Nada de nada.
El texto de August es pura especulación acerca de un pais y de unas circunstancias concretas donde lo que es politicamente sensato es mantener la mayor unidad posible y no abrir brechas mediante descalificaciones inventadas. Hasta donde conozco, esa es la posición del PCC, ¿o me equivoco en esto?
Agradezco mucho sus comentarios y espero que otros colegas que publican en Cuba Posible puedan considerar las preguntas que Ud. ha hecho para que abordarlas en textos que pudieran ser publicados en Cuba Posible sobre la blogósfera cubana.
Reciba saludos cordiales.
Haniel dice:
Gracias por la rápida respuesta, pero todavía hay elementos que creo, desde mi modesto análisis de inexperto en el área, que aún quedan en el aire para con mis preguntas. Intentaré hacerlas desde otra perspectiva.
Desde mi punto de vista, la unidad «políticamente sensata» que define la posición del partido no dista de ser exactamente los más sensato para un país como el nuestro.
¿Realmente cree usted, que generar este tipo de debates, por lo general consumido por personas ajenas al campesino, al obrero, al ingeniero o al científico, que vive y trabaja en nuestro país, impulsar ese «perfeccionamiento de la justicia social» en Cuba?
¿Este tipo de debates en internet, que según sus palabras muestran la diversidad de criterios de los intelectuales (cubanos o no), y desarrollados lejos de los mecanismos que ya existen en el país para ello, aportarían definitivamente a un aumento de la productividad del país, que pueda revertirse en la mencionada también por usted «justicia social»?
¿Cuánto pudiera aportar a ese perfeccionamiento de justicia social el hecho de no apostar a la unidad que plantea August como «políticamente sensata»?
Si tiene evidencias para contestar cualquiera de estas preguntas que puedan llevar a un verdadero análisis sería muy interesante.
Cordiales saludos también
Alexei dice:
Haniel, yo prefiero el debate encendido que la esterilidad del silencio. Cuál es el «tipo» de debate necesario y cuál no? Quién debe decidir cuándo algo debe ser debatido y cuándo no? El debate no se consume, se participa de él. Espero que el crecimiento del acceso a Internet facilite que personas de todos los orígenes y profesiones puedan participar de más debates. Pero hay intelectuales y científicos que siguen y hasta participan en este tipo de intercambio de ideas. El espacio Último Jueves, de la revista Temas, reúne muchas personas de diversas profesiones. Yo creo que los temas que aquí se discuten sí contribuyen al perfeccionamento del país como un todo. Cuando se exponen varias ideas cada cual puede comprobar cuál podría ser la mejor, si lo que se está haciendo es correcto, debe mantenerse del mismo modo, debe mejorarse, debe tenerse en cuenta o no tal sugerencia. Para eso sirve el debate.
Tengo dudas de si un canadiense que toda su vida vivió en el capitalismo, que no participó del proceso de construcción socialista en Cuba ni en lugar ninguno, puede venir a dictarnos cátedra. Yo creo que quien te puede responder la pregunta de la unidad se llama José Julián Martí Pérez. Cómo Martí logró unir a los jefes de la Guerra Grande y, junto a ellos, a los llamados Pinos Nuevos? Estudiar en qué se basó esa unidad es la clave Unidad no significa unanimidad de pensamiento, ni la opresión de una mayoría sobre una minoría que disiente de la forma en que el camino debe ser recorrido. Unidad es ante todo entendimiento, fraternidad pero también conflicto.
Disculpa por la extensión de mis respuestas.
Alexei dice:
Estimado Haniel, su pregunta sobre la existencia o no de una oposición de izquierda dentro de Cuba es muy pertinente. Lo primero es decirte que términos como izquierda, derecho y centro, además de relativos, a veces limitados, deben pensarse en plural. Esto quiere decir que existen izquierdas, derechas, marxismos, liberalismos, etc. En el caso cubano, no es de extrañar que esa parte de la izquierda apegada al marxismo-leninismo tenga diferencias con otras personas y corrientes que se apropian del marxismo y de los ideales socialistas de manera diferente. De los que puedes tener certeza es que el socialismo estadocéntrico (que era el de la URSS, el campo socialista, China, Vietnam, Cuba) no socializó ni el poder ni la propiedad de los medios de producción. Ojo, una cosa es redistribuir parte de la riqueza y otra socializar. ¿Quién puede sostener hoy que China y Vietnam son países socialistas?
Las críticas de esa parte de la izquierda que Arnold August se empeña en vincular a los intereses foráneos van en ese sentido.
Ser de izquierda va más allá de seguir a un líder, ser partícipe de un proceso histórico. Se requiere tener un conocimiento básico de marxismo, ciencia política, filosofía.
Yo creo que existe una parte de la izquierda cubana, incluso aquella que milita en el PCC, que discorda de las políticas del Gobierno. Te pongo como ejemplo las recientes críticas de a Raúl a la morosidad con que se conduce el proceso de aprobación de la inversión extranjera, sus llamados a cambiar de mentalidad para que los cambios avancen, entre otros aspectos, te dan la idea de que existe, sí, resistencia a sus políticas, de que hay gente de que una forma u otra y por diversas razones, hace oposición. Esto no quiere decir que sea una oposición articulada, coordinada.
Hace unos días se supo que la Controlaría detectó empresas de La Habana con pérdidas de 50 millones de CUC. ¿Te has preguntado cuántos de sus directivos militan en el PCC? ¿Has cuestionado por qué casi nunca se publican las causas de tamañas pérdidas o los nombres de los responsables de las empresas?
Después de todo eso yo me pregunto si el cubanólogo canadiense solo le “conviene” ver la izquierda crítica (que no es lo mismo que opositora y ahí es donde él se pierda en la curvita) y no esa parte que ocupa responsabilidades importantes y que es incompetente y corrupta. ¿Quién hace más daño al país, las opiniones o las acciones? Saludos.
Haniel dice:
Llegamos al mismo punto que plantea desde otra arista August en su discurso.
Me auxilio de sus palabras para explicarme. Según lo que usted acaba de explicarme, hay grupos dentro de la dirección de instituciones cubanas que siendo de izquierda no impulsan decididamente hacia un progreso del país. ¿No es esa entonces una oposición de izquierda? ¿No los convierte la inercia situacional en opositores de la izquierda creadora en pos de un socialismo sostenible?
Ahora, esa puede ser una de esas oposiciones de izquierda. ¿Es irreal que existe entonces también una oposicion de izquierda en la blogosfera cubana? ¿Una llamada izquierda que desde la palabra, continua en la inercia social apoyando su discurso en la crítica descriptiva sin proponer o buscar soluciones? ¿No ha visto nunca eso en algún artículo de esa blogosfera que se anuncia de izquierda?
Puede que el texto de August no tenga evidencias como dice el Dr. Monreal, pero desde mi punto de vista, no dista de una realidad existente…
Hay a quienes si le sirve ese sayón…
Saludos!!!
Pedro Monreal dice:
Estimado Haniel, si usted revisa con cuidado el texto de August donde se habla de «izquierdistas» que son considerados por August como «anexionistas solapados», queda claro que esa «arista» que usted cree apreciar en el texto de August -una supuesta crítica a segmentos de la burocracia cubana- simplemente no existe. Sencillamente de eso no habla August.
Dice usted que desde su punto de vista, aunque no se aporte una evidencia concreta, usted considera que la ocurrencia de August «no dista» de una «realidad existente» respecto a una «oposición de izquierda». De hecho, usted repite la frase del sayón que August emplea con frecuencia.
¿Pudiera usted iluminarnos sobre esa «realidad existente» que August y usted aprecian tan claramente?, ¿acaso pudieran ofrecer algún dato mínimo?
Con el mayor respeto, pregunto esto para saber si el intercambio con usted pudiera hacerse siguiendo la lógica (utilizando pincipios de demostración y de inferencia)o es simplemente la conversación sobre un mito (en el sentido de que lo que usted hace es una mera proclamación de algo)
¿Debemos emplear mas tiempo discutiendo sobre una «luna de queso»?, o para decirlo en cubano, ¿le seguimos dando vueltas a la «guayaba» de August?
Alexei dice:
No confundamos las cosas. La izquierda es muy diversa. Hay stalinistas, neoestalinistas, trotskistas, anarquistas, maoistas, etc. Cada una de estas corrientes tiene ideas particulares sobre cómo debe ser el socialismo. No obstante, usted puede decir que es de izquierda y realmente no serlo. Pensar que lo es y no lo es. Dentro y fuera de las instituciones, en la blogosfera, en los centros de trabajo, en las calles, puede encontrar personas así. Como dije, ser de izquierda no es solo cumplir con las tareas, ser disciplinado.
Como anteriormente comenté la blogosfera es un lugar de debate, de intercambio y confrontación de ideas. Otra cosa son las arenas deliberativas formales (Asamblea Nacional, Consejo de Ministros, Consejo de Estado, Buró Político, Comité Central), espacios donde se toman las decisiones. El propósito de todo debate es intentar influir, hacerse escuchar allí donde las decisiones serán tomadas. Sugerir. A la investigación social corresponde realizar diagnóstico para identificar los problemas y, si procede, hacer recomendaciones que las autoridades pueden considerar o no.
NO sé cuáles blogs usted lee. Ciertamente, debe existir algunos que se quedan en lo descriptivo, cuestión que no está errada, pues lo descriptivo también es denuncia, alerta para que los responsables tomen cartas en el asunto. Si yo denuncio la calidad del pan en mi barrio o los baches, no significa que tenga que elaborar un manual para resolver el problema que entra en el ámbito de acción de otras entidades y sujetos. Un padre puede quejarse de la calidad de las clases del profesor de su hijo pero no siempre tiene el conocimiento para decirle al profesor cómo mejorar su desempeño.
Sin embargo, en Cuba Posible buena parte de los artículos son propositivos. Basta leer para percibirlo.
En cuando al texto de August, es evidente que sus inexactas apreciaciones van dirigidas a esa parte de la izquierda cubana que tiene se da la libertad de acompañar críticamente los cambios económicos en Cuba. Arnold no menciona – no lo haría- aquellos sujetos que desde las instituciones de Estado y gobierno frenan el normal desarrollo del país. Un cientista social que se respete investiga, constata. No se trata de salir hablando e imponiendo sayones.
Pedro Monreal dice:
Estimado Haniel, de nuevo muy agradecido por sus comentarios.
Por supuesto que considero que el debate es imprescindible. Es, sobre todo, la manifestación de un derecho ciudadano. O sea, tiene un valor social en sí mismo, aunque no sea utilitario.Pero, además, tiene una utilidad concreta.
En toda sociedad hay personas que se contentan con que otros piensen por ellos y que tampoco les interesa opinar. Es una opción que algunos escogen y yo la respeto.
En toda sociedad hay tambien quienes prefieren tener sus propias opiniones y expresarlas, no necesariamente para generar debates sino porque la discusión es útil para aportar ideas, enfoques y métodos que tienen utilidad práctica. Hablando de evidencia, si Ud. revisa las páginas de Cuba Posible, de Cubadebate, el sitio web de Granma, On Cuba, y otras plataformas, podrá apreciar la riqueza de opiniones que existen en el país y los deseos que tiene la gente de expresarlas. Ojalá existieran mecanismos de difusión mas amplios y accesibles para ampliar el debate.
La unidad politicamente sensata consiste en que, a pesar de la diversidad de opiniones y de ideologías, puede llegarse a consensos y acuerdos que permitan asegurar el apoyo politico de las decisiones de politicas públicas del país. Una evidencia: cuando el PCC proclama que quiere ser el partido del pueblo cubano es a eso a lo que se refiere.
El reto de la política consiste en alcanzar el acuerdo a partir de la diversidad. Sobre eso, existe mucha evidencia en Cuba. Otra evidencia, el propio proceso de formación del PCC en la década del sesenta.
Lo que considero que es insensato en la coyuntura actual del pais, es ponerse a inventar fantasmas. Decir que en Cuba existe una «oposición de izquierda» confabulada con el plattismo no solamente es una ocurrencia sobre lo cual no hay evidencia, es también una insensatez política, de la peor especie. ¿Quien gana con fragmentar artificialmente el espectro politico en Cuba?, ¿Quién gana con tratar de darle una connotación antagónica a discusiones que son mayoritariamente tácticas?
No hay tema que no se aborde en Cuba Posible que no tenga una relación directa con la vida de los campesinos, los trabajadores, y el ciudadano común de este pais. Le invito, respetuosamente, a que me sugiera cual tema está ausente y le aseguro que con mucho gusto le prestaremos atención.
Otra cosa bien distinta es que una parte de la población no participe en los debates, por razones diversas. Pero la solución que proponemos no es la de cerrar el juego porque algunos no quieran o no puedan participar, sino tratar de sumar a la gente a un proceso donde puedan opinar e intercambiar.
Otra cosa importante, el propósito directo de un debate intelectual no es casi nunca aumentar la productividad del país. A veces se relaciona con eso, pero la mayoria de las veces se debate sobre otros temas y tiene otros fines inmediatos.
La evidencia de que el debate tiene apoyo popular en Cuba se encuentra en muchas partes.¿Ha escuchado Ud. las cifras de opiniones que se manifestaron durante las discusiones de los lineamientos?, ¿ha visto Ud. la cantidad de comentarios que en plataformas como Cubadebate o en la propia versión digital de Granma se hacen cuando se publican temas de interés, como fue el caso de la resolución 17, de salarios?
Una de las conclusiones posibles de esa demanda genuina que tiene la gente de expresar sus opiniones es que habría que perfeccionar y sobre todo ampliar esos espacios.
Asumir que los debates que se producen en plataformas no oficiales estan «lejos» de lo que Ud. llama «mecanismos que ya existen» no es necesariamente válido si por «lejos» Ud. está pensando en «contrario». Eso sería válido en unos casos y en otros no.
Es entendible que un comentario no sea el lugar para hacer un análisis basado en la evidencia. Eso es lo que s ehace en los análisis que se publican en Cuba Posible.
De todas maneras, recuerdo que quien ha hecho una afirmación politicamente gruesa sin justificación es August. La evidencia, si la encuentra, debe aportarla el.
De nuevo mi agradecimiento por sus comentarios.