
-¿Cómo les gustaría que fuese el futuro del cine y la creación audiovisual en el país?
db Estudios: Quisiéramos que el futuro del cine en Cuba fuera menos politizado y más abierto a la diversidad creativa y productiva que la actualidad ofrece. Que saliera del marco institucional. Que el gobierno creara fondos para fomentar la realización audiovisual. Que se abran más espacios a los jóvenes realizadores y sus ideas; y que esos jóvenes decidan quedarse en Cuba para hacerlo. Que se concrete una Ley de Cine con sindicatos que representen las particularidades de cada gremio dentro del sector audiovisual. Que desaparezca la censura absurda.
Espiral: Me gustaría que, en un futuro, exista una Ley de Cine en Cuba. Una Ley que canalice y facilite la realización de audiovisuales, que dé carácter legal a las “Productoras Independientes”, que ampare a los profesionales que laboran en el medio y proteja los derechos de los trabajos realizados en el país. También me gustaría que cambiaran muchas formas de pensar. No basta solamente con elaborar una Ley, se debe comenzar a ver a las “productoras independientes” como parte importante y necesaria de la realización audiovisual. Establecer un ambiente de colaboración entre ellas y las instituciones, donde cada una tenga derechos y obligaciones. En fin, que se cree un sistema que favorezca el incremento de la producción audiovisual y permita utilizar al máximo las capacidades y conocimientos de los profesionales que en ella laboran.
DTS producciones: Deseo, ante todo, que la producción de cine y audiovisuales en nuestro país crezca, no solo en cantidad, sino también en calidad artística. Que se apruebe una Ley de cine o de medios que apoye este crecimiento. Que aumente la producción de cine de género (como el horror, la ciencia ficción, el fantástico, los melodramas y las comedias románticas, como pasa en todas las cinematografías del mundo). Que se cuente nuestra Historia a través del cine, pero desde la humanización de sus héroes, con una mirada puesta en los pequeños sucesos, dejando a un lado esa grandilocuencia e idealización con que suelen ser retratados. Que no se haga cine solo para hurgar en profundas y viejas heridas, que no volvamos constantemente a los “grandes” temas como la emigración, el “Período Especial”, la corrupción, y la doble moral. Que seamos libres: mentalmente libres para crear, y legalmente libres para producir.