
“A algunos no les va a gustar leer esto”, advertía Carlos Alberto Pérez, autor del blog La Chiringa de Cuba, en una de sus entradas, publicada el 15 de mayo de 2014. El post denunciaba un fraude masivo en las pruebas de ingreso a la Educación Superior en Cuba. De acuerdo con Pérez, los exámenes de Español y Matemática habían sido vendidos y estaban en manos de los estudiantes con semanas de antelación. A pesar de las numerosas denuncias realizadas ante el Ministerio de Educación por parte de padres y alumnos, los exámenes fueron aplicados o transferidos entre las diferentes provincias.
Un día antes de la publicación del artículo en el blog, la viceministra de Educación había elogiado los resultados de los exámenes en los medios estatales. El sistema educativo cubano se caracteriza por el acceso gratuito y universal en todos los niveles y es considerado uno de los principales aciertos de la Revolución cubana. Ante tal estado de cosas, “la prensa cubana decidió callar” en un intento de ocultar lo que podría ser considerado como una falla del sistema educativo, recuerda Carlos Alberto Pérez. Sin embargo, para el bloguero “un tema tan delicado como este debía ser denunciado a cualquier costo. No había mucho que pensar, cada hora contaba para cambiar los hechos y así sucedió”. La aparición del artículo en Internet, sumado a las denuncias previas, motivó una serie de investigaciones que concluyeron con la detención de ocho personas involucradas en la venta y filtración de la prueba, y con la repetición del examen de Matemática.
En 2014 asistimos a la consolidación de una multiplicidad de espacios en la web para el debate y la discusión de asuntos de interés público en Cuba. La ampliación cuantitativa de la blogosfera, compuesta por más de 2.000 bitácoras, ha potenciado la diversificación de las agendas, de los modos de contar y el establecimiento de alianzas entre sus protagonistas.
Actualmente, las tradicionales plataformas gratuitas de blogs y los sitios de redes sociales alojados en Internet se combinan en Cuba con soluciones criollas como el “Paquete de la semana” –un conjunto variado de información y programas de entretenimiento que se distribuye mediante discos duros de hasta 500 GB– y las “Street Net” –redes malla desarrolladas entre amigos y vecinos que abarcan varios barrios–, en lo que podría considerarse como un sui generis ecosistema de consumo e intercambio de información.
Las más recientes estadísticas presentadas por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) en Cuba, correspondientes al año 2013, reflejan que solo un 26 por ciento de la población cubana accedió a algún servicio de Internet o a una red doméstica, que provee correo electrónico y permite la consulta de sitios web del país; uno de los resultados más bajos de la región latinoamericana y caribeña. El sondeo identificó además la existencia de 90 computadoras por cada 1.000 habitantes.
El uso de la telefonía móvil ha aumentado notablemente como resultado de las políticas de estimulación a los suscriptores nacionales a partir de 2010.
La política de acceso a Internet en Cuba privilegia su uso gratuito con fines sociales en universidades y centros de investigación fundamentalmente, pero limita el uso individual a puntos de acceso públicos con precios muy altos en comparación con el ingreso medio de los ciudadanos. Una hora de navegación por Internet cuesta 4.50 pesos convertibles (CUC) y sólo 0.60 CUC si se reduce a la navegación nacional.
Los elementos distintivos de la blogosfera cubana incluyen la visibilización de temas escasamente abordados en los medios de prensa nacionales o internacionales, desde perspectivas que intentan problematizar la realidad nacional y construir espacios de diálogo. En ocasiones, los blogs han actuado como mecanismos de denuncia y presión sobre temas de interés público. Las relaciones sociales conformadas en Internet suelen replicarse en espacios fuera de la red, donde algunos sujetos se reconocen como parte de una colectividad que comparte determinados intereses.
El constante intercambio entre ciudadanos residentes fuera y dentro de la Isla ha posibilitado la conversión de la blogosfera en un escenario para la erosión de profundas diferencias sociopolíticas. No obstante, no se puede desconocer la intensa polarización política que predomina en este escenario, evidenciada en la conformación de enclaves deliberativos por parte de sujetos con posiciones ideológicas similares y en los virulentos enfrentamientos entre quienes apoyan el sistema político y quienes desean la restitución del capitalismo en Cuba.
Redes en el borde de la legalidad
En junio de 2014, varios blogs y medios de prensa reportaron el desmantelamiento por parte de las autoridades del país de redes wifi ubicadas en La Habana, la capital cubana. Estas redes artesanales no se encuentran conectadas a Internet y funcionan mediante dispositivos de alta potencia para multiplicar la señal inalámbrica, como los NanoM2, que son comprados por sus integrantes en el mercado negro a precios que alcanzan los 230 dólares. Las redes son utilizadas fundamentalmente para jugar, compartir programas de televisión, series y películas.
De acuerdo con Fidel Alejandro Rodríguez, profesor e investigador de la Universidad de La Habana, “la popularización de esta red de redes –conocidas como Street Net o Snet– con cables colgantes y antenas artesanales ha logrado la conectividad de múltiples circuitos barriales. Es una entidad difusa, descentrada tecnológica y espacialmente, pero que cuenta con una organización de roles y funciones complejas, con estratos de responsabilidad y jerarquía articulados espontáneamente, lo suficiente como para mantener conectada a toda una ciudad con una infraestructura eficiente”.
Los mecanismos de financiamiento y sostenibilidad de las redes barriales se basan en recaudaciones colectivas. Rodríguez señala que el Portal más popular de dicha red tiene actualmente registrados a más de 7 mil usuarios. El sitio da acceso a videojuegos de jugadores múltiples y permite el intercambio y la descarga de archivos de video y programas internacionales de televisión. Además, se complementa con foros de discusión temáticos.
Fue en uno de estos foros donde Isabel, una estomatóloga cubana con más de 20 años de experiencia, encontró la información relativa al aumento salarial del sector médico en el país. “Cuando terminé las tareas de la casa y el almuerzo de mi hija de seis años no podía salir a comprar el periódico. En la tarde, cuando mi hijo mayor llegó de la escuela, se conectó a la red y me enseñó la tabla publicada en el periódico”. Ese día, uno de los foros más activos se refería al aumento salarial de los profesionales de la salud y se debatía sobre la necesidad de ampliarlo a otros sectores profesionales, sobre todo en un contexto donde los ingresos medios de los trabajadores estatales no rebasan los 25 CUC.
Sin embargo, los foros evitan abordar temas políticos. “Los moderadores del sitio advierten en unas reglas, con varias versiones y no muy accesibles en el organigrama de la página, que queda prohibido discutir de política o religión”, recalca Rodríguez. Estas temáticas emergen a menudo asociadas con otros tópicos de actualidad.
Hasta la fecha, se desconoce si se seguirán desmantelando las redes wifi que incluyen a varios municipios de La Habana y otras ubicadas en diferentes provincias del país.
El proceso de ocupación paulatina de espacios en la red para la expresión pública no ha estado exento de contradicciones. Las medidas administrativas impuestas a blogueros afines al proceso revolucionario residentes en la Isla, por citar un ejemplo, pretenden establecer los límites simbólicos de la crítica permitida o consentida según cada etapa. Esta evidencia del forcejeo de una agenda política, mediática, institucional e, incluso, individual –refrendada en casos donde directivos puntuales asumen medidas restrictivas inconsultas como parte de prejuicios personales–, remite a un intento de subsistencia de determinadas formas de pensamiento mediante la negación o el silenciamiento de otras como garantía de la unidad monolítica de la Revolución. No obstante, sería ilegítimo desconocer el aumento de los niveles de tolerancia durante los últimos años, como parte de un proceso de enseñanza y aprendizaje entre decisores políticos y ciudadanía, que debe profundizarse en los próximos años.
*Los días 27 y 28 de enero de 2015 un grupo de emprendedores, blogueros, cineastas e intelectuales cubanos viajaron a Washington DC para intercambiar con políticos, diplomáticos, periodistas, empresarios y académicos estadounidenses y cubanoamericanos, en un encuentro organizado por el proyecto Cuba Posible y el Cuba Research Center. El texto anterior constituye una ponencia presentada durante esta cita.